España entera es tierra de castillos y Almería no es una excepción. Aunque muchos de ellos estén en ruinas, la provincia tiene  65 castillos y nueve alcazabas declarados como Bien de Interés Cultural en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. Algunos son poco más que unas piedras pero otros conservan aún hoy en día su majestuosa presencia casi intacta tras siglos.

Si bien hay castillos para casi todos los gustos, lo cierto es que hay dos que son los más visitados, conocidos y valorados por los visitantes. Uno, en cada punta de la geografía almeriense. 

Pues precisamente hace unos días la web de National Geographic elaboró una selección de "13 de los castillos más impresionantes de Andalucía". La periodista de viajes Asun Luján tuvo claro que tenían que estar dos de las fortalezas almerienses.

En ese listado de castillos andaluces se encuentran el de La Iruela (Jaén), La Calahorra (Granada), Almodóvar del Río (Córdoba), la Alcazaba de Málaga, el de Burgalimar en Baños de la Encina (Jaén) o la Alcazaba de la Alhambra (Granada), entre otros.

Los dos castillos almerienses más impresionantes de Almería según National Geographic son el Castillo del Marqués de los Vélez en Vélez-Blanco y la alcazaba de Almería.

El Castillo de Vélez-Blanco

El Castillo de Vélez-Blanco.

Sobre el Castillo de Vélez-Blanco, National Gepographic destaca que el "semblante caballeresco y medieval" del pueblo en el que está ubicado. Añada que el castillo que corona el pueblo, una fortaleza de 1531, se eleva como los farallones que lindan con el Parque Natural de la Sierra-María-Los Vélez. Bajo almenas rematadas por esferas de piedra, entre los muros de esta fortificación se vivieron historia de moros y cristianos. El bastión defensivo fue transformado en una residencia palaciega en el siglo XVI, abrazando el que era uno de los Patios de Armas renacentistas más bellos de Andalucía, y estancias con galerías, suelos y columnas de mármol. La belleza del citado patio hizo que a inicios del siglo XX fuera en bloque adquirido y desmontado por un arqueólogo francés, quien después lo vendió a coleccionistas. A pesar del expolio y de su pérdida para el pueblo, por lo menos su destino final fue el Museo Metropolitan de Nueva York donde puede contemplarse reconstruido. Aún así, la visita que hoy se realiza en Vélez Blanco por las entrañas del monumento traslada al visitante a la época de su esplendor.

Alcazaba de Almería

Entrada a la Alcazaba de Almería.

Sobre este conjunto monumental, declarado Bien de Interés Cultural, la web de National Geographic destaca que es el máximo exponente de la herencia musulmana en Almería. Señala su posición en la ciudad, sobresaliendo junto a la Catedral, único ejemplo de templo-fortificado que pervive en Andalucía, edificado para el culto y también para defenderse de los ataques en su época de construcción (siglo XVI) de los piratas berberiscos. Entre las ruinas de la fortificación permanece en pie el Palacio de Al-Mutasin con sus estancias, baños y su mezquita, convertida en iglesia a finales del siglo XV. Las dimensiones de la alcazaba almeriense la convierten en la mayor de cuantas ciudadelas defensivas alzaron los musulmanes en la Península. Su creación se atribuye a Abderramán III, califa cordobés que la mandó levantar el año 955, aunque posteriormente fue ampliada en tiempos de Almanzor. Lo más destacado de esta alcazaba es el triple anillo amurallado que la protege y trepa por el cerro de San Cristóbal, conectándolo con la ciudad baja, según la web de viajes.