Así como la Catedral del Mar, construida por el pueblo y para el pueblo en la Barcelona medieval, en Olula del Río, la Iglesia de la Asunción es obra de las manos y donaciones de los vecinos de la localidad. En el municipio es conocida como la iglesia nueva y es que tiene poco más de medio siglo de vida, pero lo importante de este templo no es solo su belleza, sino que es el resultado del trabajo a pulmón y mucha fe de los olulenses. “En los años sesenta fallecía un terrateniente y sus terrenos se pusieron a la venta, dejando un espacio para la construcción de una nueva iglesia. Los vecinos nos unimos y durante tres o cuatro años la fuimos construyendo con nuestras propias manos”, recuerdan vecinos de la zona. Los mismos que apostillan que “no solo fue el trabajo, sino que cada uno ponía lo que tenía. Camiones, materiales de construcción y otros ponían cafés, comida”.

Añaden además que “algunos de los vecinos trabajaban de albañiles para la construcción de la iglesia cuando acababan su jornada en las fábricas o canteras”. En definitiva, concluyen, “trabajadores, empresarios, profesionales y el sacerdote coordinaba. Todo el pueblo colaboró” para hacer realidad el proyecto realizado por el arquitecto catalán Ramón Montserrat Ballesté. Años de trabajo que en 1968 finalizaban con la inauguración y bendición del templo el 18 de julio de ese año con la asistencia de numerosas autoridades eclesiásticas y civiles. Desde entonces, al igual que en Barcelona visitan la joya del gótico catalán, en Olula del Río este templo es un atractivo para los visitantes por su belleza y magnitud. 

La Iglesia de la Asunción es obra de las manos y donaciones de los vecinos

La Iglesia de la Asunción, ubicada en la calle Iglesia Nueva, tiene una amplia capacidad, aunque debido a la actual situación sanitaria se ha visto reducido notablemente siendo el aforo parroquial de 120 personas. Consta de una nave central para el culto, un coro, que se realizó con celosía sobre el Altar Mayor, un espacio de circulación para los distintos servicios de la Iglesia y un espacio destinado al retiro espiritual.

En el exterior se encuentra una vistosa torre que da al edificio firmeza y esplendor. La decoración es sencilla, destacando la imagen de la Asunción de María que preside el Altar, las vidrieras artísticas, que simbolizan la luz, siendo más oscuras en la entrada del templo para ir aclarándose a medida que se avanza hacia el Altar hacia “La Resurrección” y las llamativas pinturas, destacando los frescos, que encontramos cerca de la pila de bautismo.

Así, la iglesia nueva como la denominan los vecinos es un ejemplo de lucha, esfuerzo, unión y complicidad de muchos vecinos de Olula de Río que hoy asisten a misa orgullosos de ser los artífices y constructores de un edificio con mucha historia en este municipio del Valle del Almanzora.