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En la provincia de Almería hay 65 castillos y nueve alcazabas declarados como Bien de Interés Cultural en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. Sin embargo, la mayoría de ellos están en estado ruinoso, quedando apenas unos vestigios: poco más que unas cuantas piedras como testigo de una fortaleza esplendorosa siglos atrás.
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Pero también hay otros castillos en buen estado de conservación y que son el mayor atractivo turístico de sus municipios. Y es que el patrimonio histórico y cultural siempre llama la atención del visitante y más aún cuando rememora tiempos pretéritos de la época musulmana o los primeros siglos de la España cristiana.
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Estos cinco castillos se pueden visitar en la provincia de Almería para sentirse como en la Edad Media.
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Rafa González
El castillo de Tabernas se construyó en el siglo XI durante la época de dominación musulmana. Construido en un estilo nazarí, se encuentra ubicado en lo alto de un cerro en las afueras del municipio de Tabernas. Actualmente, solo quedan en pie restos de muralla y algunas torres.
Su importancia histórica es incuestionable. El castillo fue entregado a los cristianos en 1489 y en diciembre de ese año los Reyes Católicos pernoctaron en él unos días y de ahí salió Fernando el Católico para tomar la ciudad de Almería. Posteriormente, fue de nuevo residencia durante tres días de los reyes cuando se dirigían hacia Granada para firmar las capitulaciones. En el año 1489 los Reyes Católicos firmaron en él las Capitulaciones de Almería.
Actualmente se encuentra en fase de rehabilitación y excavaciones arqueológicas.

Rafa González
Es uno de los castillos más espectaculares de la provincia de Almería, no solo por su imponente aspecto, sino también por todos los sucesos históricos que han ocurrido dentro de sus muros.
No se conoce exactamente su fecha de construcción, pero se sabe que ya existía a finales del siglo XV cuando se produjo la conquista de Almería por los Reyes Católicos en 1489.
Fue protagonista en la Rebelión de los Moriscos (1568-1570). El alcaide del castillo y gobernador del Señorío del Conde de la Puebla era el morisco Francisco de Puertocarrero. Cuando se produjo la rebelión, junto a su hijo engañaron a los cristianos y los degollaron. El hijo, llamado Aben Mequenum, fue nombrado capitán por Aben Humeya para propagar la sublevación por el Río Almería hasta la capital y al mando de 400 hombres armados participó en numerosas batallas y escaramuzas, acabando detenido y descuartizado en Granada por el Marqués de Mondéjar, Conde de Tendilla, Capitán General del Reino de Granada y Alcaide de la fortaleza de la Alhambra.
De su aspecto destaca su planta cuadrada (de 15,5 metros por 15,5 metros) que con cuatro torreones circulares adosados de cinco metros en las esquinas y otro torreón de forma ovalada y almenado para defender la entrada.

Diario de Almería
El Castillo de Vélez-Blanco es el más espectacular de la provincia de Almería. Un claro ejemplo de la arquitectura del Renacimiento español.
Pedro Fajardo y Chacón, I Marqués de los Vélez, comienza su construcción en 1506 sobre los restos de una antigua alcazaba musulmana. Allí vivió él y su heredero, Luis Fajardo, pero desde 1574 se queda como una residencia para contadas ocasiones.
A partir del siglo XVIII comienza su decadencia, con continuos expolios y saqueos. El peor de todos ellos se produce en 1904, cuando el duque de Medina Sidonio vende los elementos decorativos del patio renacentista. Hoy en día se encuentra en el Museo Metropolitano de Nuevo York, siendo uno de sus mayores atractivos.
Recientemente se ha anunciado una inversión de 9 millones de euros para reproducir el patio y hacer visitables algunas estancias y la Torre del Homenaje.

Diario de Almería
La fortaleza es del siglo XIII, la época nazarí. Jugó un importante papel en la época musulmana debido a su carácter defensivo y sirvió de refugio en la sublevación de los moriscos.
A comienzos del siglo XX se construyó una torre de estilo neo-mudéjar que alberga el mecanismo de un reloj.
De la fortaleza original solo queda una pared y algunos lienzos de muro diseminados a lo largo de la construcción. Su planta es rectangular, formada por cubos trapezoidales de amplias bases donde se van erigiendo torreones, construidos a base de mampostería unida con argamasa, usando el ladrillo para las esquinas, puertas y ventanas. En ellos se distingue con precisión los muros antiguos y los que posteriormente se han adosado como elementos de restauración.
Recientes actuaciones han intervenido sobre la recreación de las almenas, el acondicionamiento de un espacio escénico al aire libre, así como un mirador en la parte superior del castillo.

Javier Alonso
El Castillo de Guardias Viejas mira al mar para vigilar la posible llegada de piratas y corsarios. Es el más "nuevo" de esta lista. Su construcción se inicia en 1769, en tiempos de Carlos III. Pero poco después será destruido por los ingleses durante la Guerra de la Independencia para evitar que fuese empleado por ejército francés para agredir a sus navíos.
Lo que se puede ver hoy en día es una reconstrucción de 1817. Es de planta cuadrangular, y está totalmente rehabilitado, contando con un patio de armas que da acceso a las exposiciones permanentes del actual museo.
Cuenta con dos torreones, una capilla y una pequeña sala para el capellán, las caballerizas y un almacén para la pólvora. El acceso a la fortaleza se realiza por un puente levadizo sobre un foso abierto, frente a la puerta principal.
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