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  • Son sucesos reales de la crónica negra almeriense, aunque pudieran parecer un relato de ficción

Tres historias macabras ocurridas en Almería para contar en Halloween

El hombre del Saco de Gádor y el cortijo donde tuvo lugar el crimen. El hombre del Saco de Gádor y el cortijo donde tuvo lugar el crimen.

El hombre del Saco de Gádor y el cortijo donde tuvo lugar el crimen. / Diario de Almería

¿Truco o dato? Para celebrar Halloween, aquí van tres macabras historias que ocurrieron en Almería... ¡de verdad!

El hombre del saco

«El hombre del saco» o «sacamantecas» es una historia que se lleva contando durante décadas a los niños para atemorizarlos. Los padres, confiados en que solo cuentan una pequeña mentirijilla, no saben que el hombre del saco en realidad sí existió… Y era de Almería.

Francisco Ortega era natural de Gádor y padecía de tuberculosis. Desesperado por la enfermedad, en 1910 decidió acudir a una curandera. Esta le avisó que no podría hacer nada por él, pero le derivó a otro curandero, Francisco Leona, de turbios antecedentes.

¿Qué macabra receta le prescribió Leona a Ortega para sanar su tuberculosis? Beber la sangre caliente de un niño y colocarse las mantecas (los intestinos) del niño sobre el pecho. Un niño de Rioja, Bernardo, fue la víctima. El curandero y el hijo de la curandera secuestraron al chiquillo y lo metieron en un saco. 

Finalmente, según relata la noticia del ABC de 1910, al llegar a la casa de la curandera, asesinaron al niño. Y recogieron su sangre en una olla y le extrajeron sus entrañas para que Francisco Ortega cumpliese con la receta del macabro curandero.

Recientemente, el presidente de la Audiencia de Almería, el magistrado Luis Miguel Columna, ha analizado la sentencia de este macabro caso.

El crimen de Níjar

Francisca Cañadas, natural de Níjar y residente en El Cortijo del Fraile, había estado enamorada desde pequeña de Francisco Montes. De hecho, ese amor era correspondido, pero lo llevaban en secreto y llegaron a comprender que era un amor imposible: Francisca y Francisco eran primos.

Por miedo a que Francisca quedase soltera, su familia organizó un matrimonio de conveniencia. En julio de 1928 estaba previsto celebrar la boda en El Cortijo del Fraile, en lo que hoy es el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Pocas horas antes del enlace, Francisco Montes se presentó en el cortijo para recoger a Francisca y huyeron juntos.

El Cortijo del Fraile, lugar donde se desencadenó la tragedia. El Cortijo del Fraile, lugar donde se desencadenó la tragedia.

El Cortijo del Fraile, lugar donde se desencadenó la tragedia. / Diario de Almería

Por desgracia, no llegarían muy lejos. A escasos kilómetros, Francisco fue asesinado a tiros. Francisca sobrevivió, pero pasó a estar muerta en vida. Hasta su fallecimiento 60 años después, Francisca guardó luto y se negó a relatar lo sucedido a los medios de comunicación.

La magnitud de estos hechos inspiró a dos grandes autores de nuestro país. Por un lado, Federico García Lorca, quien compuso la afamada obra teatral «Bodas de Sangre». Por otro lado, la almeriense Carmen de Burgos, quien también trató el crimen en su obra «Puñal de Claveles».

Si quieres conocer más sobre este atroz crimen, Diario de Almería analizó la sentencia real del caso en un reportaje.

El fantasma del Cervantes

Concha Robles nació en Almería, en la calle de la Almedina, aunque de joven se fue a Madrid a formarse en su pasión: el teatro. No obstante, cuando se casó con Carlos Verdugo, dejó su carrera y comenzó a sufrir sus celos. En vista de que su matrimonio era insostenible, Conchita solicitó la separación matrimonial. Aunque esto no frenó a Carlos.

Conchita Robles. Conchita Robles.

Conchita Robles. / Diario de Almería

Conchita volvió a hacer teatro y en enero de 1922 regresó a Almería para estrenar la obra «Santa Isabel de Ceres» en el Teatro Cervantes. Pero la noche del estreno no pudo tener un final más trágico…

Esa noche, su marido, motivado por rumores de que Conchita tenía una relación con uno de los actores, se escondió tras el escenario. Al aparecer Conchita para prepararse para la siguiente escena, Carlos le apuntó con una pistola y esta se refugió detrás de un joven llamado Manuel pensando que no dispararía a un inocente. Pero lo hizo. Varias veces.

Conchita, herida de muerte, alcanzó a caer en el escenario. Al ver esto, el público comenzó a aplaudir pensando que era parte de la obra. Pero Manuel (también herido) y el director salieron urgentemente a avisar que eran disparos reales. Horas más tarde, Manuel fallecería igual que Conchita.

Actualmente, se dice que el personal del Teatro nota de vez en cuando la presencia de un fantasma, supuestamente el de Conchita, que quiere terminar su función. Este año se ha cumplido un siglo de ese terrible asesinato.

Sobre @DatosAlmeria

¡Gracias por leer hasta aquí! Me presento, soy Dani Plaza Herrera y he creado el proyecto @DatosAlmería en redes. Comencé informando diariamente de la pandemia y mis gráficos recorrieron toda la provincia. Ahora, continúo acercando curiosidades y estadísticas a la gente de nuestra tierra. 

¡Porque creo profundamente que Almería merece mucho más!

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