Una de piratas

El litoral almeriense fue testigo de numerosos ataques bereberes y corsarios. Fruto de ellos son las fortificaciones que protegieron a comarcas como la de Níjar, que ahora las usa como reclamo turístico

Alberto M. Molina

05 de marzo 2009 - 19:45

Quien más o quien menos siempre ha imaginado enfundarse una vestimenta de pirata y sentir en su cuerpo la sensación de navegar, abordar barcos y disfrutar de unas vistas siempre únicas y diferentes a las que estamos acostumbrados, la de tierra desde alta mar.

La provincia de Almería y, en concreto, la costa del municipio de Níjar posee unas características orográficas que pusieron en dificultades a los corsarios que históricamente intentaron llegar a la costa almeriense. A lo largo de la historía, en torno a la costa nijarense se construyeron baterías defensivas y torres vigías que no sólo resguardaron a la península d ellos ataques piratas, sino también de las incursiones bereberes.

Los Escullos

La ruta comienza en la batería de los Escullos, en la Fortaleza de San Felipe, del siglo XVIII, que actualmente se encuentra restaurada. Se trata de uno de los restos fortificados más importantes y mejor conservados de todos los existentes en el litoral. En este punto es recomendable disfrutar de las inmediaciones de la costa, de una gran belleza, con una duna fósil y unas playas de gran calidad.

De camino a La Isleta del Moro se puede contemplar, a la izquierda, los restos de un antiguo molino de viento, antes de alcanzar el cruce de entrada a ésta, donde debemos girar a la derecha.

La Isleta del Moro

Llegados al Espigos de La Isleta del Moro, podemos disfrutar de un enclave tranquilo y de marcado carácter rural, donde todavía pueden encontrarse personas dedicadas a la pesca y que utilizan para ello las artes tradicionales.

La Isleta del Moro es un lugar propicio para disfrutar de un buen plato, debido a la rica gastronomía de este núcleo donde sus habitantes se dedican, en su mayoría a la piscifactoría y al turismo. Además es recomendable visitar su antiguo lavadero y darse un baño el las playas.

En Este punto es también posible visitar su peñón, a través de una ruta perfectamente señalizada por la que se accede a contemplar las maravillosas vistas que ofrece su mirador.

De La Isleta del Moro saldremos por el mismo camino por el que hemos accedido a ella, y giraremos hacia la derecha, dirección a Rodalquilar. Para llegar hasta este punto tendremos que subir por una sinuosa carretera que nos permitirá disfrutar, a la derecha, de las distintas calas vírgenes ubicadas entre montañas volcánicas. Al final de esta empinada subida tendremos que girar una vez más a la derecha, a través de una pista.

Mirador de la Amatista

El Mirador de La Amatista es un punto de información excepcional desde el que es posible disfrutar de una impresionante vista sobre toda la costa de los Piratas. Un pequeño sendero nos llevará desde este punto de información hasta él.

Tras disfrutar de las vistas y la tranquilidad que se respira en este impresionante mirador, volvemos de nuevo dirección a Rodalquilar. Al culminar la subida de la carretera, tendremos que bajar una pronunciada pendiente hasta este precioso valle, rodeado de montañas, donde se encuentra el pueblo de Rodalquilar, muy recomendable de visitar por su belleza, tranquilidad y sus interesantes restos mineros que llenan de personalidad esta localidad, donde, además es posible visitar un museo sobre los recursos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, en el también es posible contemplar una muestra sobre las Salinas.

Nuestro camino continúa dejando a la izquierda este enclave, para continuar por la vía principal en dirección El Playazo, paro lo que tendremos que coger el segundo cruce a la derecha que encontremos tras pasar Rodalquilar.

Por este camino pasaremos por la Aldeilla de La Ermita, donde hay varios caseríos antiguos. Aproximadamente a un kilómetro y medio desde el cruce, llegaremos a la Torre de las Alumbres.

Torre de las Alumbres

Se trata de una fortificación renacentista datada de 1510, creada para defender a una población minera asentada en la zona. Fue junto al Castillo de San Pedro, el último puesto de guardia que quedó operativo durante el S.XVII, y se puede considerar la más antigua fortificación conservada en el Parque Natural. Además, esta torre fue utilizada durante los rodajes de dos películas de Sergio Leone: La muerte tenía un precio (1965) y Agáchate Maldito (1971).

Una vez llegados al playazo, será obligatorio seguir la ruta a pie.

El Playazo y Batería San Ramón

El Playazo es una espléndida playa de arena fina. El entorno en el que se ubica refleja toda la belleza de Almería: montañas, palmeras y polvo. Junto a esta playa se situó en el siglo XVII una batería para 4 cañones que vigilaba el litoral comprendido entre Cerrico Romero y La Cala de San Pedro. Es la llamada batería de San Ramón, actualmente en manos privadas.

Desde este punto se indica el inicio de una ruta que llevará hasta la Cala del Cuervo a través de la costa.Una vez llegados al cruce por el que entramos tomaremos dirección a la derecha, dirección Las Negras.

Las Negras

Las Negras es una pequeña población que se abre entre la Molatilla y el Cerro Negro. Al igual que otras aldeas de la zona, nació de la tradición pesquera y de la riqueza de las aguas. Su nombre se debe a una mole oscura formada por andesitas, que se aprecia desde la misma playa como un monumento del pasado volcánico de la Comarca. Es un núcleo muy tranquilo.Desde este núcleo se puede acceder a un antiguo molino, girando a la entrada de la población a la derecha, en lo alto del cerro de la Molatilla. Si se prosigue por este camino puede accederse a la Cala del Cuervo.

Cala San Pedro

Para llegar a pie hasta la Cala de San Pedro existe un sendero que parte desde la barriada de Las Negras. Se inicia la ruta desde la C/ Las Agüillas, calle paralela a la playa. Continuaremos dirección El Ventorrillo-San Pedro. Tras pasar por una rambla, llegaremos a una pequeña zona de aparcamiento donde seguiremos las indicaciones, en el inicio de la pista de tierra.Durante todo el camino podremos disfrutar de maravillosos miradores naturales que ofrecen unas maravillosas vistas sobre el escarpado litoral volcánico de la zona.A unos tres kilómetros del inicio del sendero llegaremos a un pequeño desvío donde seguiremos por el de la derecha. Disfrutando de otros bellos miradores. Desde aquí ya podremos ver la Cala de San Pedro.

Llegaremos a la parte superior de la Cala, donde encontraremos una fuente de agua natural y la fortificación de San Pedro. Este castillo fue construido en el siglo XVI, y tenía una guarnición de 12 soldados. En el siglo XVIII fue ampliada y contó con un regimiento de 26 hombres. Tras visitar el pequeño castillo se sugiere bajar hasta la arena y disfrutar de esta maravillosa playa. También es posible acceder a la Cala de San Pedro en barca, desde Las Negras.

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