Dos de los 18 detenidos por tráfico de drogas y armas ingresan en prisión en Almería

El Juzgado de Instrucción número 2 de Almería, en funciones de guardia, ha ordenado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de dos personas detenidas en el marco de la segunda fase de la operación policial Zaka-Kremlin, desarrollada la pasada semana en Almería, Granada y Huelva contra una organización criminal dedicada presuntamente al tráfico de drogas y armas de fuego.

Según ha informado este martes el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el juez también ha acordado la libertad provisional para otros cinco detenidos, con las medidas cautelares de comparecencias judiciales los días 1 y 15 de cada mes, entrega del pasaporte y prohibición de salir de España.

Todos ellos están investigados por un delito contra la salud pública y otro de tráfico de armas, dentro de una investigación que sigue bajo secreto y que ha sacado a la luz una compleja red con ramificaciones en tres provincias andaluzas.

En esta segunda fase de la operación han sido detenidas 18 personas, aunque sólo siete pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Almería el pasado viernes.

Las otras once quedaron en libertad tras declarar en sede policial, y serán llamadas a declarar por el órgano instructor cuando sean requeridas conforme avance la instrucción.

Fuentes próximas al caso explican que esta distinción responde a la diversidad de roles y grados de implicación detectados por los investigadores dentro de la red, que mantenía un núcleo activo en la provincia de Almería y puntos de apoyo logístico en Granada y Huelva.

Un golpe al corazón de la red de Pechina

La denominada operación Zaka-Kremlin está dirigida por el mismo juzgado que coordinó en abril la primera fase, centrada en la localidad de Pechina (Almería). Aquella etapa se saldó con 28 arrestos y el desmantelamiento de una estructura dedicada a la compraventa de armas de fuego y al tráfico de marihuana a gran escala, con conexiones en el extranjero.

La segunda fase, ejecutada el pasado miércoles, ha permitido ampliar la investigación y cerrar el círculo sobre los presuntos proveedores y distribuidores. Con estas nuevas actuaciones, el número total de detenidos asciende a 46.

Durante la última fase de la operación, la Policía Nacional practicó 23 registros en viviendas, cortijos y naves industriales en las tres provincias, donde se intervinieron más de 3.000 plantas de marihuana, 20 armas de fuego —11 largas y 9 cortas—, dos kits de conversión, abundante munición, 130.000 euros en metálico, cuatro vehículos de alta gama y 14 dispositivos electrónicos.

También se localizaron 302 décimos de Lotería Nacional, un reloj valorado en 12.000 euros y numerosos materiales de cultivo —lámparas, ventiladores, extractores y fertilizantes— empleados en el mantenimiento de plantaciones indoor de cannabis.

Según los investigadores, la organización obtenía importantes beneficios económicos mediante el envío de marihuana por paquetería a países europeos, principalmente Alemania, donde el valor de la sustancia “se multiplicaba varias veces respecto al precio en origen”, explicó el comisario provincial de Almería, Antonio María Delgado.

Delgado añadió que el grupo también “gestionaba un mercado negro de armas de fuego, con kits de conversión y armas de guerra que vendía o intercambiaba con otros grupos criminales del sur del país”.

Una organización jerarquizada y violenta

Las pesquisas apuntan a una estructura jerarquizada y con capacidad operativa, compuesta por miembros que cumplían funciones específicas: custodia de armas, vigilancia de plantaciones, distribución de droga o blanqueo de beneficios a través de vehículos y bienes de lujo.

“Entre los detenidos figuran los principales cabecillas del grupo, varios con antecedentes por delitos violentos”, subrayó Delgado, quien calificó la operación como “uno de los golpes más contundentes al crimen organizado de los últimos años en Almería”.

El operativo movilizó a un centenar de agentes y contó con la participación de unidades especializadas de la Comisaría General de Información, las Comisarías Provinciales de Almería, Granada y Huelva, las Unidades de Intervención Policial (UIP), el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), Unidades de Prevención y Reacción (UPR), medios aéreos y unidades caninas.

Los registros se realizaron en entornos rurales y zonas industriales, algunos de ellos considerados de alto riesgo debido a la posibilidad de hallar armas cargadas o plantaciones conectadas de forma ilegal al suministro eléctrico.

El comisario provincial destacó la planificación previa y el nivel de coordinación entre unidades, así como el apoyo de la Fiscalía Especial Antidroga y del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería, que continúa dirigiendo las diligencias.

El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, aseguró que la operación “supone un duro golpe al crimen organizado y un paso decisivo contra el tráfico de armas en el sur de España”.

Martín defendió la “tolerancia cero del Estado frente a las mafias que trafican con drogas y armas” y felicitó a los agentes por “la eficacia y profesionalidad de la Policía Nacional, así como su enorme conocimiento del terreno”.

El representante del Gobierno destacó que actuaciones de esta envergadura “demuestran la fortaleza del Estado frente a las redes criminales que intentan asentarse en el territorio” y concluyó con un mensaje rotundo: “Cada operación como esta manda un mensaje muy claro: no hay espacio para las mafias en Andalucía.”

Continuación judicial

El caso continúa bajo instrucción judicial y secreto de sumario. Los dos investigados que han ingresado en prisión se encuentran en centros penitenciarios de la provincia de Almería, mientras que los otros cinco que comparecieron ante el juez han quedado en libertad provisional con medidas cautelares.

Los once restantes detenidos durante el operativo permanecen en libertad tras su paso por dependencias policiales y serán llamados a declarar más adelante, conforme lo determine el juzgado instructor.