Almería

ADRA. El gitano cuchichí de la sonanta

La Veneno, presentación de su libro

La Veneno, presentación de su libro

La Abdera fenicia y milenaria; campesina, industrial y marinera ha sido (y es) un crisol de razas y culturas: de la Roma imperial a la pujanza creativa musulmana. Cuna de artistas de diversas disciplinas: musicales, arquitectónicas o literarias. Un Adra que en los albores de la pasada centuria vio nacer a artistas tan renombrados como Ángel Ortiz de Villanos (1898-Guadarrama, Madrid, 1952), afamado compositor de copla, canción andaluza a introductor en España del “charlestón”, ritmo que causó furor en América y Europa. Sus paisanos le honran con un busto en la plaza que lleva su nombre al igual que la banda de música. Amén de trasladar al panteón de Hombres Ilustres del cementerio municipal sus restos mortales.La Abdera fenicia y milenaria; campesina, industrial y marinera ha sido (y es) un crisol de razas y culturas: de la Roma imperial a la pujanza creativa musulmana. Cuna de artistas de diversas disciplinas: musicales, arquitectónicas o literarias. Un Adra que en los albores de la pasada centuria vio nacer a artistas tan renombrados como Ángel Ortiz de Villanos (1898-Guadarrama, Madrid, 1952), afamado compositor de copla, canción andaluza a introductor en España del “charlestón”, ritmo que causó furor en América y Europa. Sus paisanos le honran con un busto en la plaza que lleva su nombre al igual que la banda de música. Amén de trasladar al panteón de Hombres Ilustres del cementerio municipal sus restos mortales.

Ángel Ortíz de Villajos, compositor Ángel Ortíz de Villajos, compositor

Ángel Ortíz de Villajos, compositor

Otro destacado abderitano ocupa ahora la titularidad de nuestro diccionario de ilustres abderitanos: el guitarrista José Fernández Campos “Richoly” (1920-1995), concertista clásico y de acompañamiento flamenco. Figura imprescindible en la sociedad capitalina durante la segunda mitad del pasado siglo: docente y responsable de los Coros y Danzas de Educación y Descanso y Sección Femenina. Fundó el Quinteto Manuel de Falla y con los hermanos Francisco Luis y Jesús Miranda (en 1974) el Trío Richoly, con el que tras múltiples giras por España y el extranjero, grabó dos discos Hijo de Salvador y Gádor, nació en Adra el 22 de julio de 1920. A temprana edad marchó a residir a Berja, donde su padre regentó una carnicería. Al producirse la sublevación militar de 1936 el joven se incorporó a las filas republicanas en la batalla del Ebro, por lo que al concluir fue acusado de “rebelión militar” y condenado a cadena perpetua, sufriendo años de prisión en Santander y Valladolid. A estuvo arropado por los también almerienses y represaliados hermanos Manuel y José Tesoro, además de entablar amistad e intercalar conocimientos musicales con el capellán del centro penitenciario. Mediado los pasados años cuarenta fue amnistiado. A su regreso a Almería -tras una breve estancia en Adra, donde ocasionalmente fue organista de la parroquia- se incorporó a la Obra Sindical merced a la generosidad del “camarada” Cristóbal López Lupiáñez, responsable de los cuadros artísticos y su valedor personal. El teatro Apolo le valió de domicilio antes de su ingreso como funcionario en el ayuntamiento de la ciudad.

Trío Richoly, el maestro con Francisco Luis y Jesús Miranda Trío Richoly, el maestro con Francisco Luis y Jesús Miranda

Trío Richoly, el maestro con Francisco Luis y Jesús Miranda

A partir de ahora José Fernández desarrolló una fructífera actividad al frente de los citados Coros y Danzas en funciones de director y arreglista de temas andaluces y autóctonos, bailables: Si vas pa la mar, Farruca, Petenera, Guajira, etc. A título de curiosidad, a Richoly (y a Jesús Miranda) se debe la melodía del Fandanguillo de Gaspar Vivas que desgrana sus notas en el reloj consistorial de la Plaza Vieja. Las giras por España, América, Europa y África se sucedieron al tiempo que impartía clases en su academia-tienda de la calle Hernán Cortés y centros de enseñanza, donde creó rondallas de pulso y púa, auxiliado de su amigo Luis Gázquez “El Pillico”. El espaldarazo social le vino de manos de Celia Viñas: en abril de 1951 la catedrática de Literatura presentó su primer concierto en la Biblioteca “Francisco Villaespesa”, interpretando obras de Sor, Albéniz, Granados y Tárrega; a las que sumaría Bach, Monty o Schuman en sucesivas comparecencias. En 1973 creó el Quinteto y al año siguiente –en perfecta armonía con los jóvenes hermanos Francisco Luis y Jesús Miranda- el Trío. Presumiblemente su proyecto más gratificante y la época dorada tras los humildes balbuceos flamencos. Con ellos grabó dos LP: Primero (1982) y Música para tres guitarras (1986). Su última aportación discográfica fue la dirección en 1989 del álbum Música Popular de Almería, editado por Diputación.

Una enfermedad neurodegenerativa minó su salud y le apartó de la actividad en que su liderazgo es por todos reconocida. A José Fernández Campos, “Maestro Richoly”, la Federación Provincial de Peñas Flamencas le impuso su medalla de oro; Diputación Provincial le nombró Almeriense del Año y el Ayuntamiento le rindió homenaje por cuádruple partida: rey Baltasar en la Cabalgata de Reyes, escudo de oro, una calle con su nombre y el busto en bronce hoy en el Museo de la Guitarra “Antonio de Torres”.

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