El municipio del levante almeriense es el centro neurálgico de la cultura argárica; de la Edad del Bronce en el Sureste español, manifestaba a el arqueólogo e ingeniero Luis Siret (1860-1934). Excavaciones en las que contó Pedro Flores García (1840-1928), colaboración que aconseja su inclusión en la galería de antusos ilustres:

Libro

En su labor investigadora, los hermanos Siret contaron con la inestimable ayuda de Pedro Flores, obrero de Antas al que conocieron en sus primeros trabajos. Luis Siret comentó alguna vez la fuerte impresión que le causó su fortaleza física, secundado por los dos hijos que formaban la cuadrilla. Además, Flores presentaba un extraordinario talento natural, observador y perspicaz; tanto que sus compañeros de trabajo le llamaban cariñosa, aunque un tanto irónicamente, El Ingeniero.

Tenía un sexto sentido para identificar los lugares arqueológicos. Según Casanova, era ayudado en este menester por su burra <Platera>, responsable del descubrimiento de la necrópolis de El Argar al empecinarse, sin sentido aparente, en detenerse y golpear cierta parte del terreno… Flores fue el encargado directo de la mayoría de las excavaciones, cuyos resultados estudiaron luego los Siret y así lo muestran los diarios conservados en el Museo Arqueológico Nacional, llenos de ingenuos dibujos, muy esquemáticos, pero muy significativos para lo que se hacía en el momento… Además de en El Argar, excavó en Los Millares o el protohistórico de Villaricos. Sus sencillas descripciones… no ocultan una personalidad paciente y observadora, cualidades exigibles por Luis Siret… (Lorenzo Cara, Diccionario Biográfico del IEA).

Tadea Fuentes y Celia Viñas

Docente y amiga de Celia Viñas

En el curso 1956/7 fui alumno de Tadea Fuentes en el Instituto que hoy lleva el nombre de Celia Viñas Olivella, a quien había sucedido. Alumna distinguida e incondicional amiga de la profesora y poeta Celia Viñas Olivella (1915-1954), a quien acompañaba en sus habituales giras rurales invitaba a su casa de Antas (donde su padre, Simón Fuentes, era el farmacéutico titular) e intimó con la familia y las monjas de San Vicente de Paul allí establecidas. Distintos poemas dan fe de tan sincera amistad hacia las hermanas de la Caridad, tal como subraya Francisco Galera, biógrafo de Celia.

Con ella escribió <Plaza de la Virgen del Mar. Comedia de títeres y hombres>, estrenada en el Apolo, con enorme éxito, el 24 de abril de 1949. Tadea interpretó a Clara, uno de los dos personajes femeninos (en realidad hacía de ella misma), al tiempo que Carmita López era Marta (la propia Celia). Su paso por el entonces único centro de 2º Enseñanza fue breve. En Granada se jubiló tras 45 años de docencia como catedrática de Lengua y Literatura en la Escuela de Magisterio y después en la Facultad de Ciencias de la Educación en calidad de catedrática de Didáctica de la Lengua y Literatura en dicha en Universidad. Entre su obra escrita cabe señalar <El folclore infantil en la obra de Federico García Lorca> (1991) y <La lección que nunca di. Epístola moral a Fabio>, reeditada en 2002 por la Editorial Zumaya dirigida por Mariluz Escribano. Tadea Fuentes Vázquez, casada con Santiago Navarro, falleció en la ciudad nazarita en 2002.

Sacerdote cum laude

Tras un largo camino y con una pandemia paralizándolo todo, Tomás Cano ya ha sido investido Doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas. Fue el pasado mes de marzo cuando el párroco de San Juan Evangelista (y responsable asimismo de Santa María de Belén, en La Chanca) defendió una tesis "de actualidad pasmosa, porque trata el tema de la mujer", señalaba Juan José Martín Campos, quien hizo las veces de corrector de dicha tesis.

Tomás Cano Rodrigo nació en Antas en una familia modesta el 20 de julio de 1961. Su padre, Francisco, era agricultor y su madre, Julia, “de profesión sus labores”, en el lenguaje de la época. Asistió a la escuela pública, observando admirado la labor de las monjas de La Caridad. La aflorada vocación sacerdotal le llevó durante tres años a un seminario de Burgos. Tras realizar el servicio militar como marinero raso en la gaditana San Fernando, ingresó con 24 años en el seminario de Almería. El 21 de septiembre de 1991 se ordenó en la catedral de La Encarnación. A partir de la solemne ceremonia inició su vida pastoral atendiendo a las feligresías de Albanchez, Albóx y El Ejido. De regreso a la capital, ejerció una década como vicario general diocesano. Su intensa tarea pastoral de siete años en Albóx llevó a su Ayuntamiento a nombrarle Hijo Adoptivo. 

Novedosa tesis

Bajo el título <Marta y María como modelos de discipulado>, Cano expuso la relevancia de la mujer en los textos del Nuevo Testamento a partir del Evangelio según San Lucas. “Supone un análisis de la aparición de mujeres en el Nuevo Testamento en comparación con la mujer en el mundo griego, el romano y el judío: funciones, situación, casos de precariedad, discriminación y cómo el movimiento cristiano sitúa a la mujer en relación con Cristo, dándole una fuerza sorprendente en la comunidad cristiana”, en palabras del citado Martín Campos.