La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha reclamado este viernes más medios activos, como por ejemplo las pistolas Taser, para que los agentes puedan defenderse de agresiones como la que tuvo lugar el pasado 16 de febrero en el cuartel de Roquetas de Mar, dónde un magrebí golpeó a un guardia al grito de 'Alá es grande'.

En una nota, la AUGC ha denunciado el "notorio aumento de agresiones físicas a guardias civiles en la provincia y a su vez el mal estado de las instalaciones del Puesto Principal de la Guardia Civil de Roquetas de Mar",y que este tipo de situaciones se debe a la "falta de medidas de seguridad y de protección" para los agentes de este cuerpo.

"Por un lado, la falta de medios activos, como por ejemplo las pistolas Taser, que ayudarían a los agentes a defenderse y reducir al sujeto en estos casos de agresividad extrema. Y, por otro lado, medios pasivos como puede ser una cámara corporal para amparar judicialmente las actuaciones de los agentes y de esta forma evitar las consecuencias para quienes han de velar por la seguridad de los ciudadanos", ha precisado.

En la misma línea, ha demandado el endurecimiento de las penas para estos comportamientos, ya que en estos casos es habitual que el acusado se declare insolvente y no se lleva ningún reproche penal por ello, "condenando al agente a enfrentarse a un nuevo procedimiento administrativo para recibir una cuantía mínima que termina pagando el Estado en concepto de indemnización".

"Al final, las consecuencias de este tipo de comportamientos son mínimas y el resultado es la repetición de las mismas amparándose en su insolvencia", ha indicado la AUGC , que ha subrayado que desde hace 37 años se aplica la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, lo que "hace replantearse que vamos tarde en una nueva norma que regule de nuevo todo lo relativo a la seguridad pública en nuestro país ya que hay nuevos retos y amenazas que antes no existían".

La agresión de Roquetas de Mar tuvo lugar sobre las 13:00 horas del pasado 16 de febrero, cuando el investigado, para el que se ha ordenado el ingreso en prisión provisional, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, con una actitud "absolutamente violenta y agresiva".

Al parecer, el hombre gesticulaba de forma enérgica y se llevaba el dedo pulgar al cuello mientras vociferaba expresiones como "Allahu Akbar" (Alá es grande), y habría golpeado de esta forma al agente que lo conducía a los calabozos.

El investigado habría soltado dos puñetazos en la cara al agente, que "si bien fueron neutralizados", provocaron que el guardia cayese al suelo, donde se dio un fuerte golpe en una mano.

Finalmente, otros dos agentes llegaron al lugar, auxiliaron a su compañero y redujeron además al detenido, identificado como M.B.

El agredido tuvo que ser atendido de urgencia en el hospital al sufrir una fractura desplazada del cuello del quinto metacarpiano de la mano derecha.