Abanicos que cobran vida a través de sus colores

Durante muchos años fue utilizado exclusivamente por la mujer, pero hoy también es considerado como un signo de distinción en el hombre. Abrirlo y cerrarlo se convierte en un arte como artística es la delicada misión de pintar la tela que une las varillas de un abanico. Por ello, y con el fin de dar respuesta a las inquietudes y el deseo de participación de muchas mujeres, el Ayuntamiento de Almería ha llevado a cabo a través del Centro de la Mujer un taller de pintura a mano de abanicos, dirigido por la profesora África Jiménez.

Todas sus alumnas coinciden en destacar la "profesionalidad y paciencia de África para trasmitir y enseñar sus técnicas, además de demostrar una gran calidad humana", quedando muy satisfechas por el trabajo realizado y las horas de aprendizaje y convivencia que han compartido durante varios meses.

Desde pequeña supe que me gustaba el arte y con 12 años comencé a asistir a clases de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Melilla, declara África Jiménez, que después se graduaría en 'Artes Plásticas y Diseño en Almería para continuar su formación en Madrid. "Desde entonces no he dejado de hacerlo gracias al trabajo que he realizado durante años en numerosas áreas como talleres, centros, asociaciones o colegios, siempre creando y dando a conocer numerosas técnicas sobre cualquier tipo de soporte como tela, vidrio, acetato resinas o metales; aunque la madera ha sido el campo que más me ha gustado, y dentro de ella la restauración".

Muestra de toda esta labor son los muchos trabajos realizados a través de los años que no sólo han salido de sus manos sino de la inquietud y el espíritu de aprendizaje de todos sus alumnos. "Ellos han hecho que me esfuerce aún más, siendo siempre esta relación trabajo-amistad lo más gratificante para mí; por ello, me siento muy agradecida a todas esas personas tan especiales que han dedicado parte de su tiempo a confiar en mi y en el arte".