A la izquierda, María Jesús Peregrín, en el centro, Francisco Abad, a la derecha, Miguel Ángel de la Cruz.

La ludopatía es una lacra a veces oculta ya que los que sufren esta adicción muchas veces no se encuentran dispuestos a manifestar abiertamente el problema que están sufriendo por temor al rechazo y a la falta de aceptación por parte de los demás. Sin embargo, la periodista de Canal Sur María Jesús Peregrín ha logrado reunir el testimonio de afectados y condensarlo en un documental de 12 minutos que tras ser proyectado en el Parlamento de Andalucía ha sido exhibido por segunda vez en el centro penitenciario El Acebuche de la capital almeriense.

Gracias a esta iniciativa, centenares de internos de esta cárcel han podido conocer la realidad y circunstancias de estas personas que han querido dejar constancia del camino doloroso por el que han tenido que transitar y cómo se inició la senda para poder salir del pozo en el que se encontraban. Una historia que, posiblemente, no era ajena a alguno de los asistentes, pues el juego también puede acabar teniendo consecuencias penales.

Y es que, como recordó el director de la prisión, Miguel Ángel de la Cruz, “la ludopatía no es un crimen, pero sí puede llevar a la comisión de los mismos”, especialmente en el ámbito más cercano, el de las familias y amistades. Apuntó asimismo que Instituciones Penitenciarias tiene encomendada, entre otras, la tarea de asistir a este colectivo, ayudando a los ludópatas a dejar atrás su adición, tal y como hacen en otros programas centrados en la drogadicción, etc.

El presidente de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fajer), Francisco Abad afirmó que gracias a esta producción se puede hacer “visible” una realidad en la que “hay mucho sufrimiento, muchas cosas detrás”, denunciando la situación actual y “a la vez dar un testimonio de esperanza”. También señaló la falta de financiación es algo que siempre afecta a los colectivos de exjugadores. Y es que durante la presentación de la producción dirigida por Peregrín, varios de los participantes coincidieron en la necesidad de que los partidos políticos cumplan con los programas que presentaron para concurrir a las elecciones y ayudar a que las personas que sufren esta adicción puedan decirle adiós de forma definitiva.

Los internos escuchan el testimonio de uno de los exjugadores.

La génesis de este audiovisual, ‘Dejar el juego, la mejor apuesta’, se encuentra en otro proyecto previo que peregrín grabó con un cámara compañero de Canal Sur llamado ‘Juega ahora’, que abordaba un “tema que muy pocas veces se toca”, el de unas mujeres enganchadas a las tragaperras. En plena edición de esta filmación, Francisco Abab contactó con ellos y tuvieron la oportunidad de conocer Fajer. A partir de ahí fueron invitados a diferentes congresos de la federación en los que pudieron presenciar testimonos de personas que los sobrecogieron.

La periodista recordó cómo en una de estas citas conoció a una “parejita, una chica que contaba cómo se acababan de casar y no sabía que su pareja era ludópata. Se había gastado el dinero de la casa y del viaje de novios y se enteró 48 horas después de la boda. Decía que lo quería a pesar de todo, que lo iba a ayudar, que iban a salir adelante. Se demuestra el poder del amor”, apuntó.

Muchos de los asistentes a dichos congresos transmitieron a Peregrín su deseo de contarle su vida, alguno incluso le propuso hacer una película basada en su relato vital. “Una película cuesta mucho dinero, de ahí la idea de hacer un pequeño documental”, explicó. En este punto, indicó que lo normal cuando estas personas aparecen en medios de comunicación es que no muestren su rostro. “Cuando una persona tiene este problema, no quiere que lo sepa su madre, su hermana, su prima, sus amigos, sus vecinos. Suelen salir de espaldas, con la voz distorsionada. El mérito de este documental es que todas las personas intervienen a cara descubierta, con una valentía impresionante, contando su verdad, su drama. El daño que han hecho a sus familias, a sí mismos, pero es un drama del que se sale”, incidió.

La directora del documental sostuvo además que el 30% de las personas adictas son mujeres pero que sólo el 10%de ellas buscan ayuda. “Las asociaciones son muy importantes. Sin ellas es muy difícil salir de una problemática como ésta. Nos bombardean con anuncios de apustas, casinos, etc., constantemente. Una persona que es capaz de dejar de dejar el juego y luego vuelven a bombardearlo, es muy difícil que no recaiga. Quiero que veáis la valentía de hombres y mujeres que han vivido situaciones muy duras pero que, afortunadamente, han podido salir de ellas. Se merecen un aplauso. Se reconstruye una vida, con amor, con esfuerzo y con el trabajo de las asociaciones. En las elecciones muchos partidos llevaban este tema en su programa. Sería interesante legislar de manera que estos casinos, estos salones de juegos, lugares que constituyen el problema, fueran capaces de dar también a las asociaciones unos ingresos para solucionar parte del problema que están generando”, manifestó a los internos.

Presentación del documental en el salón de actos de la prisión.

La siguiente en intervenir fue la psicóloga Tania, quien relató un caso similar al narrado por Peregrín sobre dos recién casados. En esta ocasión, los amigos del novio, que desconocían su adicción, le regalaron unas “monedas”de una página de apuestas. El hombre nunca cogió el avión en el que se encontraba su pareja. “Ella no fue capaz de acudir a la rehabilitación. Él la hizo muy bien y siguen juntos, tienen dos niños”, afirmó.

La psicóloga celebró que se haya pasado de hablar de descontrol de impulsos a catalogar la ludopatía como una adicción al nivel de las drogas o el alcohol. “Para ser ludópata no hace falta mucho. Seis meses de pensamiento recurrente con el juego. Cuando el juego te domina tienes problemas, ya cometes delitos, robas a tu familia y comienzan la mentira. Todo eso consecuencias de una ludopatía”, refirió.

En el caso de las mujeres, mantuvo que en muchos casos se trata de una patología “mal diagnosticada”, pues en lugar de una ludopatía, se habla de depresión o ansiedad. “Se trata mal a un problema que está oculto”, dijo. Peregrín tomó de nuevo la palabra para señalar que en algunos casos existe detrás un “problema de violencia de género encubierto” que hace que las víctimas jueguen porque “se evaden de la realidad e intentar ganar un dinero para dejar la persona que la maltrata y ser libre, entrando en una cadena sin fin”.

La psicóloga coincidió. “El principal problema del juego es que te evade de forma muy fácil”, insistió, apuntando la facilidad que existe en la actualidad para acceder a todo tipo de juegos online, y la incidencia de rascas y bingos en las mujeres. “No hay luz, no hay horarios, es un espacio en el que es muy fácil que el tiempo pase volando”, añadió. Peregrín apostilló:“En algunos bingos te dan de comer o desayunar. Entran en un mundo que es como una burbuja que realmente es una adicción. Todo eso ayuda y favorece que en el momento en el que te levantas quieras ir a jugar.