Almería

Adiós, pequeño Gabriel. Ya eres un ángel

Almería, los almerienses estamos de profundo luto por la muerte de este paisanico. Gabriel Cruz. Un inocente niño asesinado brutalmente. Sé que también el resto del país y del mundo, pero nada es comparable con el sentimiento de dolor almeriense. Antes de nada mi abrazo de solidaridad para los familiares. Abrazo al que espero se unan otras personas públicas almerienses y de toda la geografía, para hacer más fuerte la ROTUNDA REPULSA.

( El presente poema lo he compuesto a la memoria de Gabrielillo, tras conocer la noticia de su muerte) Como comprenderéis, es el poema que no hubiese querido escribir jamás. Confieso que desde la desaparición de este paisanico mío, he estado con el corazón en un puño, y como miles de ciudadanos, pidiéndole a Dios que lo devolviera con vida. Este poema para Gabriel, es la única forma de amor que he encontrado para devolverle algo de vida donde ya solo hay muerte.

Madre, llévame hasta el río para aprender a nadar, y así como un pescadito voy a aprender a besar, bajo el agua y en las nubes, bajo la espuma de sal.

Madre llévame hasta el río y después llévame al mar.¡Salta, salta pececillo…! en mi pecera de pan que aquí jugaremos juntos sin el peligro del mar.

Madre, cuando yo muera y Dios me lleve a una estrella... ¿Habrá peces de colores, que por la noche destellan envolviendo mis amores?

Madre cuando yo me muera, ¿Podré tu frente besar, igual que mi pescadito en su pecera de pan?

¡Salta, salta, pececillo… ¡que me voy contigo al mar! Me envuelve blanca mortaja cintas de seda bordá, y los besos de mi madre muerta en vida, muerta ya.

(…)

Madre, llévame hasta el río, quiero aprender a nadar. Ahora soy el pescadito que está en el fondo del mar, dormido bajo las aguas, sobre la espuma de sal.

Ahora mecen las sirenas mi cuna de piedra y coral, y los peces me coronan la sien de cinta mortal. ¡Salta, salta pececillo…! que estoy contigo en el mar. (A la memoria de un inocente)

¡Buen viaje pequeño Gabriel! D.E.P.

A USTED ME DIRIJO, PRESUNTA ASESINA DEL NIÑO:

Faltan en el alfabeto universal, palabras para describir el tipo de monstruo que es usted. Usted, presuntamente ha segado la vida de un inocente, de un niño indefenso y a un tiempo, ha segado la vida de una familia entera y puesto un manto negro, de rabia, odio y luto, en toda mi tierra almeriense. Así obra la serpiente venenosa, ante la pureza que emana en la inocencia de un niño. Ha podido matarlo impunemente como ha querido ¿Qué resistencia y defensa podría usar la criaturica ante usted semejante monstruo inmundo? ¡Solo era un niño! ¿Lo entiende? Un niño…, ¡Solo un niño indefenso! No somos los almerienses una gente rencorosa, pero le pido al poder del cielo y de la tierra que caiga sobre usted todo el peso de la ley. Que sienta el odio solo con mirarse a sí misma, y que el resto de su vida padezca el mismo dolor que ha causado en el niño y en las personas que lo aman. Usted, presuntamente no es solo una asesina despreciable, usted es una cínica, falsa, embustera, pues sus maldades delictivas las lleva más lejos que el propio delito, repugnante de cavernosa mente . Usted con desmesurada felonía, hipocresía, cinismo… se une a las personas decentes, en la búsqueda del niño. Usted tiene el cuajo y la inhumanidad de encajar en su cuerpo una camiseta con la cara de Gabriel, haciéndose pasar por víctima para disfrazar el verdugo que lleva dentro. ¿Así ha pagado usted la hospitalidad de los almerienses, con un acto tan negro, que es imposible calificar? El Código Penal vigente, es nimio e ineficaz, para calificar los delitos que usted presuntamente ha cometido. Puesto que a usted no le ha temblado la mano para cometer ese delirio, para cometer contra todos los míos, (buena y honorable gente almeriense) el mayor agravio que puede hacerse a una familia y a un pueblo, perpetrando un asesinato, segando la vida a un menor, cuya macabra dimensión, quedará en la historia para siempre… Puesto que no le ha temblado la mano…, no me va a temblar a mi la voz, para decirle alto y claro en nombre propio y de mis paisanos: Que es usted la mayor bestia rastrera e inmunda que pisa tierras almerienses. Que no queremos en nuestra tierra asesin@s sin escrúpulos como usted, y que clamamos contundentemente y clamaremos, justicia por la muerte del niño Gabriel Cruz, hasta que se haga efectiva. Dejo en manos de Dios su destino, y que sea la Justicia divina y la humana la que ahora sí, se unan para que pague su innombrable crimen.

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