Las Adoratrices, por la dignidad de la mujer que clama liberación

La congregación recibía el 'Premio a la Sociedad'

Su directora en Almería, María José Palomino, dedicaba el galardón a los que luchan por un entorno más humano

María José Palomino, en representación de Las Adoratrices en Almería, recibió el premio de manos del director general del Grupo Joly, Tomás Valiente.
María José Palomino, en representación de Las Adoratrices en Almería, recibió el premio de manos del director general del Grupo Joly, Tomás Valiente. / Fotografías: Rafael González Y Javier Alonso
Carmen Fenoy

11 de noviembre 2016 - 02:32

"Nos anima saber que no estamos solas en esta ardua tarea en defensa de los derechos humanos para conseguir una sociedad más humana". María José Palomino, directora de Las Adoratrices en Almería, fue la encargada de recoger el 'Premio a la Sociedad' de las manos del director general del Grupo Joly, Tomás Valiente, y con el que Diario de Almería reconoce la labor de esta comunidad por su lucha por conseguir la liberación, integración personal, promoción e inserción social de la mujer víctima de diversas formas de esclavitud. En este sentido, Palomino se refería al reconocimiento diciendo que con él se les reta a seguir trabajando para lograr la dignidad de la mujer, que clama "liberación".

La directora de Las Adoratrices en Almería tuvo palabras de agradecimiento no sólo para este periódico, sino para todos los que en el día a día trabajan y colaboran con la comunidad adoratriz. Así manifestó: "Agradecer a todas las instituciones, públicas y privadas, católicas y laicas, por el cariño que manifiestan desde siempre. A los que colaboran hasta con pequeños donativos, sobre todo, con los recortes que tanto nos están afectando. A todas Las Adoratrices, que durante 107 años han luchado por la dignidad de la mujer y supieron adaptarse a las demandas de cada tiempo siguiendo la pedagogía de nuestra fundadora: amor, respeto, comprensión y dulzura acogiendo siempre a las mujeres. A Dios, a mi congregación, a mi comunidad; gracias a tantas mujeres que han pasado, están y vendrán a nuestra casa. A todos este premio".

La Congregación de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad fue fundada por Santa María Micaela, en Madrid en 1856. La fundación en Almería fue solicitada por el Obispo Casanova, con la finalidad de atender y acoger a las mujeres que estaban en el Hospital con enfermedades venéreas por el ejercicio de la prostitución. A finales de 1909, pasando penurias económicas y buscando un lugar idóneo para vivir, se abre la casa con cinco religiosas y siete mujeres jóvenes. La apertura oficial queda rubricada con una Misa oficiada por el Obispo Casanova, el 20 de enero de 1910.

Desde entonces y con dificultades en el camino como la Guerra Civil Española, no sólo se ha dedicado a acoger a mujeres, sino su esfuerzo y labor ha ido mucho más allá. De este modo, en 1951 abren la Escuela Externa de Enseñanza Básica, posteriormente pasa a EGB, que ser cerraría en 1998. También se adapta una parte de la casa con 48 plazas para residencia de jóvenes provenientes de los pueblos de la provincia, que estudian o trabajan, a la que pasan chicas del internado ya recuperadas, como lugar idóneo para su autonomía personal y reinserción sociolaboral.En 1963, las religiosas abren la Escuela de Formación Profesional "Virgen del Mar", principalmente como recurso educativo para las chicas acogidas, las jóvenes de la residencia y las niñas que terminaban los estudios de EGB. En 1975, dada la demanda creciente de alumnos, se construye un nuevo edificio para esta formación. En 2008 se cierra, haciendo cesión de titularidad a los Hermanos de la Salle. Al quitar la residencia, las instalaciones se dedican a un Proyecto de acogida a "Mujeres Víctimas de Violencia de género", hasta 2001.

En la década del 2000, comienzan a observar cambios en los procesos migratorios en Almería y cómo va surgiendo un nuevo perfil de la mujer en situación de vulnerabilidad, siendo en un alto porcentaje joven y víctima de la trata con fines de explotación sexual. Para dar respuesta a esta creciente demanda de dicha problemática asociada a la prostitución y explotación sexual que estaba teniendo lugar en Almería y provincia, las religiosas comienzan a hacer reflexión y reestructuración y, tras varios cambios y obras en el edificio, se pone en marcha la Casa de Acogida "Proyecto Emaús Adoratrices", cuyo fin es la atención integral, acogida residencial y acercamiento a los lugares donde la mujer ejerce la prostitución.

Todo este esfuerzo les supuso, además de dar continuidad a la labor que venían realizando desde hace más de un siglo, una adaptación a la demanda real de la situación social y personal de la mujer excluida.

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