Adrián Martínez toma posesión como hermano mayor de la Unidad

La iglesia parroquial de San Ignacio de Loyola, del barrio de Piedras Redondas, sede canónica de la Cofradía de Nuestro Cristo de la Paz en su Flagelación y María Santísima de la Unidad, acogió la ceremonia de toma de posesión de Adrián Martínez Carretero como nuevo hermano mayor de la misma, así como la jura de cargos de los miembros que componen su junta de gobierno.

El acto tuvo lugar tras la celebración eucarística presidida por el párroco y consiliario de la hermandad, Carlos Huelin, sacerdote jesuita. El hermano mayor saliente, Francisco García Salvador, cedió su medalla y el báculo representativo a Adrián Martínez, tras haber realizado su juramento ante los estatutos de la cofradía. A continuación, el nuevo hermano mayor dio posesión de sus respectivos cargos a cada uno de los miembros que integran la junta nombrada por él.

El emotivo y solemne acto concluyó con la entrega de una placa a Francisco García como reconocimiento a la gran labor y dedicación a la cofradía en sus dos periodos de mandato al frente de la Unidad, y una copa de vino español que se sirvió en uno de los salones del complejo parroquial.

Tras las formalidades de gestión administrativa, la primera acción llevada a cabo por la nueva junta ha sido la presentación del Misterio de Nuestro Cristo de la Paz en su Flagelación, cuyo proyecto escultórico ha sido confiado al imaginero Francisco Javier López del Espino. "La iconografía del mismo representa el pasaje de la Pasión de Cristo en que Jesús es atado mediante grilletes y apoyado de manos a la columna mientras es azotado por un sayón situado detrás de Él", explican los responsables de la cofradía. El sayón, en el lado izquierdo, tiene el brazo derecho alzado y con el flagelo empuñado por su mano en actitud de tomar impulso para flagelarlo, con el pie derecho adelantado sobre el izquierdo.

En el lado derecho y al lado del sayón, se sitúa un romano con la sentencia enrollada y atada al cuero de su cintura, sujetando una lanza con una mano, lo que indica su superior rango, haciendo una contraposta para crear equilibrio y belleza en la postura de la imagen. Dicho romano da el alto al sayón pidiendo clemencia tras los 39 azotes dados a Jesús. Detrás de las tres imágenes hay un segundo romano, dándole la espalda al sayón, con una rodilla en tierra y la otra flexionada, realizando con sus manos la corona de espinas, junto con un montoncito de ramas de espino, y sobre el hombro la clámide púrpura preparada para coronar a Cristo.

Los cofrades de la Unidad se muestran muy ilusionados en esta nueva etapa para la hermandad y ante este proyecto escultórico "con el que se unen iconografías existentes en nuestra querida Semana Santa, como son la Sentencia y la Coronación".