"Afrontamos la crisis innovando y ampliando la oferta de servicios"

El complejo rural Sol de Taberno lleva cinco años abierto al público. Su gerente Francisco Berbel Quiles habla de los inicios y los pasos dados para afrontar una etapa difícil en la que la ocupación se ve resentida por la crisis que azota a los bolsillos de los consumidores.

-¿Cómo afrontáis la crisis?

-las ofertas que hacemos, como la de este puente de regalar dos noches a antiguos clientes si reservaban otras dos, nos permiten ir manteniéndonos. Además, ampliando la carta de servicios. Tenemos pensando en breve ofrecer un nuevo programa de actividades en el que se incluirá, por ejemplo, rutas en burro.

-¿Cómo surge la puesta en marcha de este negocio?

-Teníamos un cortijo de nuestro bisabuelo y un día decidimos convertirlo dedicarlo al turismo rural. Para ello, elaboramos un plan de viabilidad con el que conseguimos que nos concedieran una ayuda de los fondos Feder. Así comenzamos con el complejo en 2007 y dos años después con el restaurante y ahora apostamos por ofrecer el complejo para acontecimientos con encanto, como bodas.

-¿Cómo va la ocupación?

-Trabajamos por la fidelización de clientes. Se aprecia una bajada importante que se suple con la época alta y los puentes. El resto, es decir, los fines de semana, rondamos una media del 40% de ocupación.

-¿No vivís solo de este negocio?

-Se trata de un negocio familiar, pero todos los que trabajamos aquí tenemos otros trabajos en una empresa de materiales de construcción que pertenece a la familia.

-¿De dónde son los clientes?

-Principalmente nos visita gente de Almería capital, Murcia y Alicante. En verano contamos con clientes de Madrid, Cataluña y País Vasco que buscan un lugar para descansar alejados del caos de la ciudad.