Alarma por el futuro de la práctica del Silvestrismo
Iniciada una campaña para demostrar la importancia de esta práctica y su enorme calado social
La tradicional práctica del Silvestrismo mediante la que se capturan con vida y sin daño a ejemplares de las especies jilguero, pardillo y verderón para, posteriormente, adiestrarlos en el canto, tiene fecha de caducidad si las distintas Administraciones españolas no arriman el ascua ante la difícil situación que esta modalidad cinegética atraviesa como resultado de las presiones ecologistas que solicitan su prohibición a la Unión Europea.
En el transcurso de la inauguración del salón social del Club Deportivo Piolín de Huércal-Overa, acto presidido el pasado domingo por el alcalde huercalense, Domingo Fernández, y el concejal de Deportes Alonso Miguel Mena Fernandez, el presidente del Club Piolín, José Palma Navarro, significaba que "a esta inauguración han acudido aproximadamente 300 aficionados llegados del Valle del Almanzora, de Tíjola, de Albox, de Lorca, de Alicante, porque el silvestrismo es una práctica que mueve muchos aficionados". 20.000 en Andalucía y 2.000 en la provincia de Almería según todas las fuentes consultadas; aficionados que su vez mueven la economía, el turismo de los distintos municipios donde se celebran concursos.
En opinión de los silvestristas y algunas Universidades que estudian la viabilidad de reproducción en cautividad, el Silvestrismo no causa ningún perjuicio en el entorno natural. A día de hoy, afirman, no hay ni un solo estudio que asegure que el Silvestrismo pueda ser perjudicial y que justifique su desaparición. De hecho, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Andaluz aprobaba a principio de mes una proposición no de Ley en apoyo del Silvestrismo.
Coincide José Palma con el presidente de la Asociación Ornitológica Valle del Almanzora, Antonio Sánchez López, y con Francisco López Maldonado, presidente de la Asociación de Canaricultura y Ornitología Indalo de Albox "en que ahora con el silvestrismo tenemos un problema. Es una modalidad que se practica desde hace al menos 5 siglos; tan es así, que la gente que a principios del pasado siglo emigraba buscando trabajo, además de la maleta se llevaba el pájaro liado en una manta. Esta es una costumbre antiquísima, pero cuando España entró en la Comunidad Europea que prohíbe la captura y posesión de animales silvestres nos dicen que como somos europeos tiene que prohibirlo". No obstante, con Cataluña, Murcia y Andalucía se ha hecho una excepción de capturas y han dado de plazo hasta el año 2018, para crear núcleos zoológicos y criar en cautividad, "si no lo hacemos así prohibirán totalmente la captura de aves" advierten los tres presidentes.
Para José Palma, "el silvestrismo no es caza. Es captura, educación y suelta de aves. Estamos regidos por normativas de Medio Ambiente que nos exige unas capturas, unos cupos, unas salidas y estamos controlados". Y aquí otra coincidencia entre los tres representantes de asociaciones de Silvestrismo: "quienes verdaderamente perjudican son los cazadores furtivos, estos son los que no respetan fechas ni medioambiente y acabamos pagando justos por pecadores".
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