Los Almendros será sometido a una desocupación del espacio público

Ayuntamiento y Junta llegaron a un acuerdo para eliminar lugares que ahora ocupan construcciones sin permiso como corrales

Los vecinos protestaron cuando se les cortó la luz y el agua.
Los vecinos protestaron cuando se les cortó la luz y el agua.
R. Espino

17 de noviembre 2014 - 01:00

El proceso para cambiar, en la medida en que sea posible, el barrio de Los Almendros consta de varias medidas. La primera está siendo la regulación de los contratos de servicios como la electricidad, pero el próximo paso será llevar a cabo una desocupación del espacio público. Esto consiste, de acuerdo previo con los vecinos, en eliminar todas aquellas construcciones que sin licencia han ido ocupando calles o solares sin poseer la propiedad. Los corrales y los trasteros son los que se llevan la palma. Ayuntamiento y Junta de Andalucía llegaron hace unas semanas a este acuerdo.

El barrio de Los Almendros requiere de una intervención especial por parte de las investigaciones. Su situación es límite. En las últimas fechas o les falta o les agua, en verano están conviviendo con las cucarachas y la basura se acumula en sus inmediaciones. Habría que realizar un profundo estudio para razonar sobre quién tiene la culpa, es como lo del huevo o la gallina ¿qué fue antes? En el barrio se construyeron cerca de 200 viviendas a finales de 1970 para realojar a vecinos que tuvieron que abandonar sus casas por unas riadas. Estos hogares se hicieron son demasiadas garantías y de manera provisional. Fue un realojamiento temporal que se ha convertido en para siempre. La situación socioeconómica del barrio es desfavorecida desde entonces. Así que el primero que crea saber quién es el responsable de esta situación, que tire la primera piedra.

la Junta ya tiene en mente llevar a cabo un plan de acción integral que trate de corregir los problemas endémicos del barrio. Esto consiste en llevar a cabo campañas a nivel educativo, pues esta es una de las zonas con mayor índice de absentismo de toda la capital. Por lo que se procurará que las administraciones y las propias familias incidan en la educación de sus hijos. Dentro de estos planes de acción, un aspecto importante es poner todos los medios disponibles para que los habitantes de este barrio tengan mayor posibilidad de encontrar un empleo, ya sea mediante la realización de talleres prácticos o teóricos o la participación en determinados trabajos.

Ya se han llevado a cabo programas como este en otros barrios de la capital, uno de ellos es El Puche, con buenos resultados. Una de las medidas más originales fue la reparación de edificios. La Junta puso los materiales y los propios vecinos los arreglaron. Un total de 80 personas participaron en las tareas. El programa encargado de gestionar esta iniciativa es el proyecto transfronterizo Hábitar 2.0, en el que participa la Junta de Andalucía a través de la Agenda de la Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, que aporta una financiación del 25%, y la Unión Europea, con el 75% del total de los fondos. Otra de las actividades fue rehabilitar el parque Garlochí, un trabajo desarrollado por los propios niños de la zona. En su proceso colaboraron más de 70 personas, entre profesorado y alumnos de Primaria y Secundaria de los colegios y el instituto.

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