De Almería a Guinea Conakry, un documental recrea la llamada Malinké

El realizador almeriense Adolfo Olmedo ha rodado la segunda parte del trabajo Maninka Kan hace unos días en la capital Narra la historia del percusionista africano Nansady Keita

De Almería a Guinea Conakry, un documental recrea la llamada Malinké
V. Hernández

07 de julio 2013 - 01:00

Música que une, que está presente en los momentos de alegría y en el trabajo. Sonidos que evocan la tradición de tiempos inmemoriales y levantan el ánimo a niños y enfermos. Todo ese mundo de notas aprendidas de oído y de ritmo que nace en el momento mismo del parto se plasma en el documental Maninka Kan (La llamada Malinké). El realizador y fotógrafo almeriense de Bufón Producciones, Adolfo Olmedo lleva meses dándole forma a un proyecto que surgió por azares del destino y se ha diversificado en una serie de proyectos paralelos como una exposición de fotografía que se inaugurará próximamente o la posibilidad de construir un hospital en Guinea en un futuro no muy lejano.

Olmedo conoció al protagonista de la historia, el afamado músico africano Nansady Keita, hace un año y por casualidad.

"Mi sobrino Óscar me lo presentó. Él lo conocía de antes por su grupo Sangbaralá Connection y se iba a su pueblo para hacer un curso de percusión". El djembefolá, nombre con el que se conoce a los maestros del djembé, le brindó la posibilidad de visitar Sangbaralá para rodar un vídeo sobre su música y así comenzó todo.

A finales de año el realizador se embarcó rumbo al continente negro con un equipo de profesionales almerienses integrado por Carlos Olmedo Puertas, Nicolás Fernández Carvelo, Virginia Hernández Aguilar, Mustafa Hasuli, Óscar Puertas Cortés y el malagueño José Luis López Gómez.

Una vez allí se toparon con una realidad que superaba cualquier imagen vista a través de los medios de comunicación. Y es que Guinea Conakry es uno de los países más pobres del mundo. Sin luz ni agua corriente, el equipo de rodaje grabó imágenes de los diferentes bailes y la cultura del pueblo de origen de Keita con la ayuda de un generador. "Cuando lo encendimos la primera noche, acudieron cientos de personas de los alrededores extrañados por esa luz tan fuerte".

Aquella experiencia de un mes le permitió rodar un sinfín de imágenes del día a día de los habitantes de esa pequeña aldea y su relación con la música. "Me he quedado impresionado por la escala de valores que tienen, por el trabajo descomunal que hacen las mujeres y la felicidad que desprenden a pesar de no tener bienes materiales". Entre toma y toma Olmedo reservaba un espacio para curar a gente que llegaba con heridas y diversos problemas de salud. "Nos llevamos medicinas, regalos para los niños... allí no tienen nada".

Hace apenas dos semanas, el músico africano volvió a Almería en un parón de su gira internacional para rodar la segunda parte del documental, que tuvo como escenarios el Restaurante Tetería Aljaima del casco histórico y la asociación socio-cultural La Guajira, a los pies de La Alcazaba.

El trabajo Maninka kan, actualmente en fase de edición y montaje, verá la luz en los próximos meses.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

La Almería de Moreno

Feliz Navidad