Almería, destino de escapadas para Felipe, Letizia y sus hijas

Como príncipe, la primera visita del ya rey Felipe VI a Almería se produjo en 1979. Acompañado de Juan Carlos I, y con apenas diez años, el nuevo monarca ascendió hasta la cumbre de Calar Alto para ser testigo del trabajo que, por entonces, emergía en uno de los observatorios astronómicos con más importancia a nivel europeo. Fueron recibidos por militares. Tres años después, los mismos protagonistas volvieron a pisar suelo almeriense para participar en maniobras de los militares de la base de la Legión en Viator.

Después, han sido varios los viajes que Felipe de Borbón y Grecia han emprendido hacia la provincia. En 2010 participó en un simulacro de ataque con fuego real. Se organizó un barreamiento, ataque explosivo y hostigamiento. La base Álvarez de Sotomayor mostraba al Príncipe de Asturias sus métodos de entrenamiento. Además, el por entonces príncipe realizó un recorrido en el que se le mostró parte de los vehículos terrestres de los que se disponen en viator. Y, es que, la Casa Real ha venido organizando, cada semestre, una actividad, para Juan Carlos y Felipe, con cada uno de los tres ejércitos de tierra, mar y aire.

La conexión real con el oficio militar de la provincia ha traído a los miembros de la familia real hasta la tierra en distintas ocasiones, pero Almería también ha sido elegida por el nuevo Rey para pasar tiempo de ocio y momentos especiales, como fue el décimo aniversario de su anuncio de compromiso. Felipe, acompañado de su esposa Leticia, la princesa Leonor y la infanta Sofía pasaron varios días, en noviembre de 2013, en el Levante almeriense.

Junto a varios amigos, disfrutaron de los encantos de la tierra en el puente de todos los santos. Aparecieron por los municipios de Níjar y Mojacar y recorrieron sus calles sin esconderse de los vecinos. Todo lo contrario, se mostraron cercanos, posaron con muchos de ellos para inmortalizar el momento e incluso preguntaron por lugares de interés. Estuvieron en la villa de Níjar, donde compraron jarapas, la barriada de Agua Amarga y Las Negras, así como el pueblo de Mojácar y varios rincones de Tabernas y Sierra Alhamilla. Allí fueron testigos directos del rodaje de la superproducción estadounidense Exodus, que en los próximos meses será estrenada. Pasaron dos noches alojados en un hotel con encanto de Agua Amarga, en pleno parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Además, la cita también fue especial porque la pequeña Leonor cumplía años, así que fue un motivo más de celebración para la familia real durante su estancia en la provincia almeriense.

En su visita a Tabernas, accedieron hasta el paraje del Búho para estar cerca de Ridley Scott, Christian Bale y los distintos actores del rodaje de la película. Fueron acompañados por dos escoltas que, en todo momento, pasaron desapercibidos, y se fotografiaron con los trabajadores de la taberna del municipio en la que cenaron.

Al igual que durante los más de treinta años de reinado de Juan Carlos I, el nexo de unión de Felipe con la provincia es estrecho, tanto por elegirla como lugar de destino para su tiempo de ocio como por la vinculación militar. Así que no será extraño ver a Felipe VI establecer Almería como uno de sus futuros compromisos, ya sea de carácter oficial o, simplemente, por motivos de placer.