La vejez en Almería: los mayores de 100 años se 'desatan'

La pirámide de población se está abultando en su zona más alta. Almería tiene cada vez más población envejecida. En el futuro, si nadie lo remedia, llegará a ser un problema de carácter económico, pues es más que posible que el número de trabajadores que cotizan no dé para sostener las jubilaciones.

Pero también tiene su rasgo positivo. Y tanto. Y es que los mayores viven más y mejor. Almería tiene a 215 personas por encima de los 100 años. Se llegó a 200 por primera vez en 2021 y creció durante 2022.

Echando la vista atrás. Esto parecía impensable. Hace apenas 15 años, los mayores almerienses que superan los 100 años eran 78. Y en el año 1998 los almerienses que superaban la centena eran 51.

Pero los mayores de 90 años, que no es poco, se han multiplicado casi por cuatro desde la década de los noventa. Por entonces, los nonagenarios eran 1.800 personas en Almería, ahora son 5.146.

Algo funciona bien en España cuando es uno de los países más longevos del mundo. Y Almería sigue su estela. No es la provincia con mayor esperanza de vida, pero se encuentra entre ellas.

Este último estudio demográfico del INE deja datos muy llamativos. Uno de ellos es que Almería es la segunda provincia española con menor porcentaje de ancianos. En este punto cabe destacar que, de un tiempo para acá, la sociología ha acordado situar en los 80 años la edad que marca la entrada en la ancianidad. Antes esa ‘frontera’ estaba bastante más atrás pero fue creciendo al mismo ritmo que lo hacía la esperanza de vida. Pues bien, según el INE, la provincia de Almería tenía en 2022 un padrón total de 740.534 habitantes, de los que poco más del 4% (30.000 almerienses) contaba con una edad de 80 años o más.

Se da el caso de que sólo una de las 50 provincias españolas tienen una tasa de ancianidad menor que la de Almería. Se trata de Las Palmas, con una una proporción de 3,96%. Estas cifras poco tienen que ver con, por ejemplo, la de Zamora, que se asienta como la provincia española con mayor porcentaje de ancianos, ya que hasta el 12,31% de su padrón oficial alcanzaba esa barrera de los 80 años o más. A Zamora le siguen dos provincias gallegas como son Orense (12,02%) y Lugo (11,43%). En el conjunto de España el 6,08% de la población ha cumplido como mínimo las ocho décadas de vida, mientras que en lo referente a la comunidad andaluza, las dos provincias con mayor tasa de ancianidad son, por este orden, Jaén y Córdoba, con un 6,62% y un 6,36%, respectivamente.

Los almerienses ya viven de media 85 años. Una cifra impensable hace medio siglo, por ejemplo, cuando esta se situaba en diez años menos. Las mujeres viven más, su media de vida alcanza ya los 87 años mientras que la de los hombres se sitúa en 83. En tan solo dos décadas, este indicador ha mejorado en tres años. Lo que pone de muestra las mejoras en condiciones de vida en diversos terrenos.

Pero esto trae también inconvenientes, aunque más que por la esperanza de vida, vienen derivados de los cambios sociales. La soledad no deseada es un problema que afecta al 44,3% de los almerienses que viven en entornos urbanos y el 38,2% en zonas rurales. Se trata de unos porcentajes similares a la media andaluza, aunque Almería es la provincia de Andalucía que tiene un mayor índice de soledad severa en entornos rurales (10,8% de la población). Este tipo de soledad implica un mayor riesgo de aislamiento y para la salud física y emocional.

En Almería hay 18.686 mayores de 65 años que hacen su vida en soledad (casi el 20,3% de este segmento de edad). Es cierto que las administraciones -tanto locales como regionales- ponen de su parte mediante sistemas de ayuda (como la teleasistencia) en caso de necesidad o urgencia, pero este también es un tema de afecto y, como tal, afecta a la forma en que está estructurada la sociedad. Según el Instituto de Cartografía y Estadística de Andalucía, en 1981, el 16,6% de los almerienses mayores de 65 años vivían solos, una década después lo era el 18% y en 2001 el 19,2.

La mayor esperanza de vida de las mujeres hace que sean estas las que más viven sin compañía de familiares. Duplicando en número a los hombres. La población almeriense está aumentando su edad media, la esperanza de vida ha crecido de forma fastuosa y la tasa de natalidad cada vez es menor.