Almería recupera su casa civil más antigua

"Con la bendición de la casa veremos culminado uno de nuestros mayores anhelos. Han sido muchos años de esfuerzo que ahora vemos recompensado en el que será uno de los días más felices de nuestras vidas". Enrique Marín Lupión, hermano mayor de la cofradía del Prendimiento, expresa así los sentimientos que embargan a todos los miembros de esta hermandad cuya sede, en la conocida como Casa de los Puche, en la Plaza Bendicho, será bendecida este sábado a las 18.00 horas por el obispo de la Diócesis e inaugurada con la presencia del alcalde de la ciudad. "Queremos que esta sede se convierta en una prolongación del hogar de los cofrades y que participen en las actividades que se realicen, afirma Enrique Marín.

El autor del proyecto de rehabilitación de esta casa señorial construida a finales del siglo XVII ha sido el arquitecto Ramón de Torres, para quien "un objetivo fundamental del mismo ha sido la demolición de todos los elementos añadidos que provocaron la pérdida parcial de las galerías del patio. La rehabilitación ha recuperado, por tanto, el espacio original, contribuyendo así a incorporar debidamente este tipo único de casa-patio al patrimonio cultural de la ciudad, mediante una interpretación de sus valores esenciales que hoy se configuran como 'formas secretas' de su arquitectura".

La casa está considerada como una auténtica joya del barroco tardío, con unos balcones muy característicos curvos con guardapolvos y un patio porticado a cuyo alrededor se distribuyen las distintas dependencias. Tras la guerra civil se convirtió en la vivienda de 12 familias, que hicieron su particular repartición del inmueble levantando distintos tabiques. La cofradía del Prendimiento compró el edificio el 22 de enero de 1996 al Patronato Casa Asilo, después de haber ocupado una parte de ella durante 15 años en régimen de alquiler.

La casa cuenta con una superficie total construida de 898, 63 metros cuadrados y 721, 78 útiles, repartidos en un pequeño sótano que recupera un antiguo aljibe, planta baja con el patio, primera y un amplio terrado. Las obras han supuesto en cuanto a sus distribución interior el desmonte de las particiones y puertas de paso que se habían añadido en el transcurso del tiempo, para conseguir que el sistema estructural del edificio se manifieste sin interferencias. Por otra parte, se han instalado un ascensor y aseos para mejorar las condiciones de accesibilidad y eliminar las barreras arquitectónicas.

Junto a la Catedral, en la parte arruinada del edificio, se ha habilitado el espacio destinado a capilla, uso fundamental para la hermandad del Prendimiento. Esta actuación, según el proyecto de Ramón de Torres, "ha permitido mejorar la relación del edificio con la Catedral y el torreón sureste, ya que se adosaba a ellos de forma inadecuada. La construcción de la capilla ha definido un espacio previo interior que, a modo de patio o 'compás de espera' libera la totalidad del torreón".

La capilla también crea un espacio libre perimetral que la separa en su contacto con las fábricas orientales de la Catedral, afirma De Torres, introduciendo una luz rasante en el interior que favorece la visión de las fábricas de piedra una vez que han sido restauradas. La liberación total de dichas fábricas resuelve definitivamente la serie de enfrentamientos judiciales entre el Cabildo y los propietarios de la casa, que se produjeron a partir de 1735 y que perduraron hasta el siglo XIX.

El coste de las obras ha superado el millón de euros, de los que el Ayuntamiento ha subvencionado 450.000 euros; el resto será pagado por los propios cofrades con la colaboración especial de varias familias de la hermandad. Y como expresión del carácter abierto a todos los almerienses que la cofradía quiere dar a su sede, el próximo día 23 se celebrará la inauguración de la XI Semana Cultural del Casco Histórico con el pregón de Ramón de Torres y la exposición 'Cautivos del Arte'.