Almería

Almería fue tierra de osos

  • Encuentran en la Sierra de Gádor huesos que prueban, por primera vez, la existencia de estos animales en la provincia Se trata de un ejemplar antecesor del oso pardo

David Martínez nació con una afición bajo el brazo, la de explorar. Su única intención era descubrir. No le importaba donde, aunque, si podía elegir, haría vida dentro de una cueva. Es una afición que le viene de largo. Este vecino de Alhama de Almería, ahora con 51 años, ya había hecho un curso de espeleología con apenas 17. No había cavidad que se le resistiera. Así que cuando se le acabaron las que tenía a mano... pidió ayuda. José, un hombre que se dedicaba a coger esparto, le echó una mano. La única premisa que David y sus amigos le pusieron era que las cuevas fueran naturales, las minas ya estaba alteradas y lo que a estos muchachos les ponía era presenciar las formas que el paso del tiempo esculpe en la roca.

José les guió monte arriba. A unos cuantos kilómetros de Alhama, en la zona suroccidental de la sierra de Gádor, y ya en el término municipal de Felix, casi a 1.700 metros de altura. "Al llegar a la boca de la cueva nos dijo. Ahí la tenéis", explica David. "Íbamos dos o tres jóvenes de dieciséis o diecisiete años. La cueva es muy grande. Nos metimos por una gatera que había al final y fue justo cuando vimos los huesos. Al salir, José nos dijo que a la cavidad se la conocía como la cueva del burro", comenta David Martínez.

"El hombre no sabía que había huesos. Ahí nadie sabía que había. Están en la parte más recóndita".

La cueva había sufrido un desprendimiento. Así que parte de los restos se encontraban fraccionados. David y sus compañeros decidieron coger varios de estos y meterlos en una bolsa. "Antes no había Seprona ni Policía del Patrimonio. Así que los llevamos al yacimiento de Los Millares. Estábamos seguros de que nos iban a ayudar. No teníamos ni idea si eran de animal o incluso de personas, pero sí sabíamos que eran huesos antiguos por la formación calcárea que los revestían. Así que quisimos ponerlo en conocimiento", agrega David.

Sin embargo, poco o nada subieron de los huesos que entregaron. Probablemente, se perdieron. Les dijeron que podía ser un oso cavernario, pero lo cierto es que nadie se acercó hasta la cueva ni se hizo un estudio de los huesos para analizar sus características y determinar el animal y la época.

Sin embargo, casi 30 años después, y con todo un especialista a su lado, David volvió a introducirse en la cueva. "Fue una satisfacción ver los huesos después de tantos años. Saber que seguían allí...". Junto a David se encontraba Bienvenido Martínez-Navarro, perteneciente al Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), y responsable de la dirección de paleontología y codirector de las excavaciones que se están llevando a efecto por un equipo multidisciplinar, financiado por la Junta de Andalucía, en el yacimiento paleontológico de Orce (Granada).

Bienvenido certificó queque los huesos hallados en la cima pertenecen a un plantígrado (oso) y que pendiente de un estudio pormenorizado, datarían del periodo del holoceno, de hace aproximadamente 7.000 u 8.000 años.

Según se desprende del informe del prestigioso Bienvenido Martínez-Navarro, el hallazgo adquiere una gran relevancia dado hasta ahora no se habían hallado vestigios de la presencia de este plantígrado en una zona tan meridional de la península ibérica, ya que estos plantígrados son los antecesores de los actuales osos pardos. Se tratan, por tanto, de los restos localizados más al sur de Europa.

Estos osos vivieron desde hace 250.000 años hasta hace unos 8.000 años que se extinguieron. Median más de tres metros de altura y pesaban más de 400 kilos. Vivian en cuevas donde hibernaban, de ahí que la mayoría de restos óseos hallados se encuentren fosilizados.

El oso se considera una especie relativamente reciente en su aparición en el planeta, estimándose que su antepasado fue un mamífero hoy extinguido llamado Hemicyon, que se considera antepasado del oso y las hienas y que daría paso a otro antecesor más, el Ursavus, que habitó hace unos 20 millones de años, estimándose que el oso pardo actual apareció como especie en el Pleistoceno Inferior.

Las referencias históricas sobre los osos en la provincia están registradas sobre escritos, pero hasta ahora no ha existido la certeza mediante el hallazgo de restos. Se habla del Barranco del Oso y la Rambla del Oso en Albox, Piedra Lobera en Lúcar o el Barranco del Oso de Zurgena, pero en ninguna de estas localidades de la provincia se ha localizado ningún resto hasta el momento.

Jerónimo Münzer, viajero de origen alemán, relata en sus andanzas que en los montes de Almería "tienen tantos ciervos, osos, gamos y conejos, principalmente jabalíes, que parece increíble". El texto fue plasmado en el año 1949. La historia no oficial narra que el declive de estas especies se produce desde el momento en que este territorio se ve bajo el mando de la cristianización.

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