Análisis del comportamiento animal

Silvia Baza es la única almeriense que estudia el comportamiento canino · En casa convive con tres perras, un gato, tres hijos y su marido y reconoce que echa de menos África y viviría en un zoológico

Análisis del comportamiento animal
Análisis del comportamiento animal
Íñigo Mas Greño / Roquetas

13 de noviembre 2009 - 01:00

Silvia Baza es madrileña y lleva cuatro años viviendo en Almería. Desde pequeña adora a los animales, hasta el punto que desearía vivir en un zoológico. Su domicilio roquetero casi, lo es. Convive con tres perras (dos son pastores alemanes), una gata, tres niños y su marido. Y todos se llevan bien. Añora África, donde vivió algún tiempo dada la profesión de sus padres, auxiliares de vuelo.

Tiene una pasión que quizá no ejerza nadie más en Almería, "al menos yo no lo conozco", afirma. Es etóloga canina. La etología es la ciencia que estudia el comportamiento de los animales en libertad, pero como el perro es un animal domesticado, aunque sólo sea así desde hace unos 16.000 años, quien estudia su comportamiento, es el etólogo canino y, en especial, el experto en cánidos, mal conocido como psicólogo canino, un término considerado inadecuado. Su labor consiste por lo tanto en adiestrar las conductas de los perros para que puedan convivir con los seres humanos, pero asegura que nada tiene que ver con adiestradores ni veterinarios. También se les conoce como terapeutas del comportamiento. "Nosotros estudiamos sus comportamientos, sus gestos, por qué hacen ciertas cosas y por qué no, dónde estriban las diferencias entre una agresividad dominante o con miedo. Hay veterinarios que son especialistas en etología, pero nosotros estudiaríamos las enfermedades mentales y ellos las físicas. El perro no piensa como tal, entendido en términos humanos, pero tiene aprendizaje súbito, la capacidad que tiene de inteligencia debido a las conexiones neuronales que adquieren en los primeros meses de vida, cuando se produce la socialización del animal. Se le puede enseñar cualquier cosa, pero el aprendizaje siempre estará marcado por el premio-castigo, nunca va a pensar".

El trabajo de Silvia, máster en Etología Avanzada Canina, es complementario al del adiestrador tradicional, "pero yo personalmente creo que antes de adiestrar a un perro, un etólogo debe hacer un estudio del carácter y conducta del animal. Muchos adiestradores sí tienen en cuenta las capacidades de cada perro, pero la gran mayoría no. Tienen un mismo método de adiestramiento que utilizan para todos, y no debe ser así, porque cada perro es distinto, y no se les puede tratar por igual, como a las personas. Un adiestrador que no tiene nociones de etología no va a saber diferenciar un perro de otro".

En la vivienda de Silvia Baza no se practica el dicho de en casa del herrero cuchillo de palo, porque tanto ella como su marido y sus hijos conviven con los animales de forma cotidiana y cómplice. "Lo llevamos muy bien. Tenemos más pelos que en cualquier otra casa con seguridad, porque las perras conviven con nosotros dentro de casa. Tienen su lugar, no suben a los sofás, tienen sus horas de comida pero ni se les ocurre pedirnos cuando estamos comiendo en la mesa, tienen sus normas como las tienen los niños. La única diferencia es que limpiamos más que otros, y entre ellas las perras se llevan estupendamente. Siempre que yo estoy delante la gata está a salvo, pero cuando no lo estoy... la conducta de caza del perro no se puede erradicar, aunque juegan entre ellos, no es peligroso".

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