Animales consagrados por el agua bendita

Fiestas en honor de san antón Patrón del Casco Histórico

Tras la procesión de San Antón por las calles del barrio, se procedió a la subasta de rabicos, roscones y cestas con dulces

El párroco de San Juan, Carlos Fernández, se encargó de bendecir a las mascotas.
El párroco de San Juan, Carlos Fernández, se encargó de bendecir a las mascotas.
Fran Murcia / Almería

18 de enero 2010 - 01:00

Para que su mascota tenga mejor salud, por superar un año difícil o por tradición, se celebraron ayer la culminación de las Fiestas en Honor a San Antón con la bendición de animales en el exterior de la Parroquia de San Juan.

La jornada comenzó con el Triduo y Santa Misa en la Iglesia que fue presidida por el recién nombrado obispo de Guadix, Ginés García Beltrán, donde se destacó la importancia de este día. El párroco de San Juan, Carlos Fernández Revuelta, le acompañó en todo momento.

La Eucaristía empezó a las 11:00 horas y duró aproximadamente una hora. Mientras se conmemoraba, empezaron a llegar las primeras personas con su mascotas a la espera de ser bendecidas.

Cada vez había más presencia de animales, principalmente perros, y algunos comenzaron a ladrar por el alboroto del momento. Mina, la gata de Rebeca, era la que más tranquila se encontraba con tanta gente en el exterior de la Iglesia.

Llegaron una perrita blanca y otra negra, las dos con sus respectivos trajes y ataviadas para ser bendecidas. Su dueño, Juan, asegura que lo realizan por "la costumbre. Llevamos dos años haciéndolo".

Tras acabar la Santa Misa, sacaron a hombros a San Antón, Patrón de los animales y acompañados de la Agrupación Musical San Indalecio de La Cañada, se comenzó a procesionar por las calles del barrio.

El inicio del recorrido comenzó por la calle General Luque y subieron por la cuesta de la calle Regimiento La Corona. Al llegar a la zona del tiroteo sucedido el sábado, la Agrupación Musical dejó de tocar y se procesionó en silencio por respeto a los familiares del fallecido.

Al llegar de nuevo al exterior de la Iglesia de San Juan, se comenzó a bendecir a los animales presentes. El párroco, subido en el escenario, se sorprendió por la presencia de una niña que llevaba en una caja una tortuga. Carlos Fernández, al igual que a los perros y gatos que habían acudido a la cita, echó el agua bendita sobre este animal.

María y Carmina acudieron a bendecir por segunda vez a sus animales, Perrillo y Cucu, respectivamente.

Carmina, la dueña de Cucu, señala el motivo de su asistencia: "Vamos a darle las gracias porque ha estado a punto de morir".

Tras retirarse gran parte de los animales, se procedió a la subasta de rabicos, roscones y distintas cestas con dulces. José Román fue el encargado de poner la voz y Julio Gómez de cobrar el dinero conseguido por el producto.

Los precios de los rabicos oscilaron en cada subasta y el mínimo fueron seis euros.

Después de la subasta, se sorteó las cestas y todos los presentes miraban sus papeletas con gran atención.

Para concluir la fiesta, se ofrecieron una serie de bailes típicos a cargo del grupo de baile de la Asociación La Traiña, que estuvo preparado por Ricardo y Ana.

Cuatro grupos, de distintas edades, se subieron al escenario para ofrecer diferentes bailes típicos que fueron aplaudidos por los asistentes. Alrededor de las 14:00 horas, concluyó la última de las actividades de las Fiestas en Honor de San Antón que se han vivido, como en años anteriores, con gran intensidad.

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