Antonio Mongío expone siete siglos de historia de la Artillería española

El teniente coronel jefe del GACALEG inauguró el ciclo de conferencias de los artilleros honoríficos

El teniente coronel Antonio Mongío durante su conferencia en el Salón de Plenos de la Diputación Provincial.
El teniente coronel Antonio Mongío durante su conferencia en el Salón de Plenos de la Diputación Provincial.
José Manuel Quesada

01 de junio 2015 - 01:00

El Salón de Plenos de la Diputación Provincial se vistió de gala para acoger la inauguración del ciclo de conferencias organizado por la Hermandad de Artilleros de Honor del Grupo de Artillería de Campaña II de La Legión. Su jefe, el teniente coronel Antonio Mongío Bergua, realizó un amplio recorrido por los siete siglos de historia de la Artillería española que no sólo supuso una lección magistral de introducción al Arma, sino que también lo fue en cuanto a los acontecimientos más destacados de la historia de España, a la que ha servido y dado héroes laureados. El diputado provincial Guillermo Casquet y el presidente de la hermandad, Antonio López Tarifa, le acompañaron en la presentación.

Antonio Mongío expuso los hitos principales de la organización de la artillería y su empleo, tanto en tierras españolas como por españoles en tierras europeas y de ultramar. Durante la Reconquista destaca la batalla de Olmedo en 1467, considerada como el nacimiento de la Artillería de Campaña, en la que Alonso Carrillo, obispo de Siguenza, fue el primero en España en emplearla a la vanguardia de sus tropas. La bombarda, con un peso de hasta seis toneladas y proyectiles de roca o hierro, desde 50 a 250 kilos, era la gran pieza de la artillería medieval junto al mortero y el falconete, ésta mucho más ligera que las otras. Posteriormente, en 1503 sería una Ordenanza de los Reyes Católicos la que regularía todo el Ejército y profesionalizaría la Artillería, que con la llegada de Carlos I a España se pone bajo el patronazgo de Santa Bárbara en 1524.

El jefe del GACA habló de los grandes personajes asociados a la Artillería que dieron nombre a los Tercios de La Legión, como el Gran Capitán en la batalla de Ceriñola, D. Juan de Austria en las Alpujarras, el Duque de Alba en la victoria de Alcántara y Alejandro Farnesio en el Sitio de Ostende; así como de la creación del Colegio de Artillería con Carlos III, con unas exigencias muy grandes y un gran prestigio. Igualmente, se refirió a la aparición de la Artillería de Montaña durante las guerras carlistas tras la muerte de Fernando VII y a las grandes mejoras que se producen en la segunda mitad del siglo XIX, como la adopción de la cureña inglesa, rayado de los tubos, el cambio de proyectiles de bolas a "pepinos", y la carga trasera con cierre, mejorando así su alcance. Por último, el tcol. Mongío expuso la vinculación de la Artillería con La Legión, iniciada en 1921 en Melilla con el apoyo de las llamadas Baterías Gallegas, vistiéndose con el verde legionario en los Tercios Saharianos en 1959, y pasando a integrarse en la BRILEG en 1995.

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