Aqualia regulariza el grifo de más de 150 familias con enganches ilegales

Contadores trucados y enganches a tuberías ajenas están a la orden del día, de hecho no han dejado de crecer en los últimos años. Cada vez son más los ciudadanos que intentan que el suministro de sus hogares sea gratuito, olvidando que les puede acabar saliendo muy caro. La empresa gestora del Servicio Municipal de Agua, Aqualia, ha intensificado sus campañas periódicas para vigilar, controlar y detectar posibles acciones de consumo irregulares y recuerda que las sanciones impuestas pueden alcanzar los 4.741 euros en función del tiempo durante el que se ha prolongado el fraude, además de las acciones judiciales que conlleva cuando la concesionaria opta por interponer una demanda en los casos más flagrantes.

En el último año han sido un total de 152 los enganches fraudulentos que se han podido regularizar en su batalla contra el fraude en las captaciones del suministro. Al igual que el resto de las concesionarias del abastecimiento y saneamiento de otros municipios almerienses, la de Almería se ha visto obligada en los últimos años a incrementar su control de contadores domésticos y a multiplicar las inspecciones ante unas posibles tomas y enganches ilegales, principalmente en áreas determinadas como diseminados, comunidades y chalés, que se han disparado durante la crisis y que lo siguen haciendo en un escenario de supuesta recuperación. Entre las prácticas que la gestora del ciclo integral del agua quiere erradicar, cuando las cuentas no cuadran a fin de mes hay quienes optan por falsear las indicaciones de sus aparatos de medida del volumen de agua consumida por su hogar, trucando el contador, y otros que directamente proceden con los enganches a la red general sin autorización e incluso los que se benefician de terceros a través de derivaciones clandestinas del caudal de otros usuarios. En 2015 fueron 110 los enganches fraudulentos regularizados, diez más que en el ejercicio anterior. Durante el último año la picaresca ha seguido creciendo hasta los 152, lo que evidencia la necesidad de no bajar la guardia. Seis años atrás se cerró 2011 con 90. Y es que el incremento ha sido la tónica predominante desde el inicio de la recesión. Son más de 70 millones de litros cada año los que se fugan a través de las tomas ilegales, si bien la mayoría acaban siendo regularizados previo pago de lo consumido. La Sociedad de Gestión de Aguas de Levante Almeriense cifró en más de 70.000 los enganches ilegales que habían sufrido a lo largo de sus dos décadas de servicio a una treintena de pueblos, siendo 200 los expedientes de liquidación por fraude que se realizaron en ese periodo. Aquagest contabilizó entre 2011 y 2012 en Roquetas más de 700 casos con los que se dejaron de facturar de empresas y particulares más de 24 millones de litros.