Aroma a nardo en el Santuario

DÍA de entrega de flores a la patrona de Almería, la Virgen del Mar, que hoy celebra su efemérides. El olor a nardo -flor típica de la Feria de Almería- ya inunda el Santuario de la patrona tras la tradicional ofrenda floral, un vistoso acto que se celebró ayer ante la atenta mirada de cientos de almerienses y turistas. Con puntualidad religiosa comenzó a las 12 de la mañana el acto de entrega de flores. Eso sí, como es habitual antes hubo que rezar el Ángelus. Una representación de los Hermanos Dominicos fueron los encargados de abrir el desfile de felicitaciones a la patrona en forma de flores, a los que siguió una representación del Cabildo Catedralicio y autoridades, camareras y horquilleros de la Hermandad de la Virgen del Mar.

Tras ellos, desfilaron las autoridades municipales y provinciales -con Luis Rogelio Rodríguez-Comendador y Gabriel Amat a la cabeza, respectivamente-, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Policía Nacional, Guardia Civil y la Legión, que como siempre puso una nota de espectacularidad al solemne acto. Además, mostraron pleitesía otras muchas asociaciones y agrupaciones sociales y religiosas tanto de la capital como de la provincia de Almería.

Todos, con respeto y devoción, fueron depositando sus flores -predominando los centros de nardos- a los pies de la imagen de la Madre de los almerienses, cuya imagen se encontraba en el camarín del Altar Mayor del Santuario y que el domingo recorrerá las calles de la ciudad bajo el amparo y calor de todos sus hijos.

Fue el pasado año cuando el Obispo de Almería, Adolfo Montes, decidió que la imagen de la patrona no saliera a las puertas del santuario y se mantuviera en su camarín. Algo que gusta a unos y no convence a otros. Es el caso de Juana y Pepe, un matrimonio de Almería que lleva 50 años en Barcelona pero siempre visita la cuidad en sus fiestas grandes y no ven con agrado no ver a la patrona en la calle. Eso sí han alabado la organización de este acto religioso, como también lo hizo Ana García, una almeriense fiel a presenciar cada año la ofrenda floral a la Virgen del Mar a la que procesa su devoción como Madre de los almerienses.