La Artillería de La Legión cumple con la 'Lección del 2 de Mayo'
El capitán Omar Romeo rememoró la gesta heroica de Daoíz y Velarde, cuyos principios siguen vigentes hoy en el Credo legionario
El Grupo de Artillería de Campaña II de La Legión conmemoró la gloriosa gesta del 2 de Mayo de 1808 en la que el pueblo de Madrid se levantó en armas contra el ejército francés y los capitanes de Artillería Luis Daoíz y Pedro Velarde entregaron su vida en defensa de la libertad de España. Con objeto de perpetuar su memoria, y uniendo la tradición artillera con el espíritu legionario, tuvo lugar en la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII' una formación presidida por su general jefe, Juan Martín Cabrero, para cumplir el Acuerdo de la Regencia de 7 de julio de 1812 por el que se dispuso "que todos los años se hiciera un elogio a aquellos capitanes ante los caballeros cadetes, a fin de estimularles para imitar su ejemplo, mostrándoles el camino que deben seguir y, así, hacerse dignos de la honrosa profesión de ser defensores de la Patria".
Cumpliendo el mandato y la tradición, el capitán Omar Romeo Gambarte, jefe de la Batería de Plana Mayor, fue el encargado este año de pronunciar la denominada 'Lección del 2 de Mayo', que se realiza no sólo en la Academia de Artillería, sino en todas las unidades de Artillería de España, rememorando los hechos de aquella fecha y extrayendo consecuencias éticas, morales y profesionales aplicables al ejercicio de la profesión militar. En este sentido, el teniente coronel jefe del GACALEG, Antonio Mongío Bergua, declaró que también se ha realizado este mismo acto en Besmayah, entre los artilleros integrados en el contingente de la Misión Apoyo Irak, correspondiendo la lección al capitán Antonio Muñoz, cuya familia sí estuvo presente en la Base Álvarez de Sotomayor.
"Esta heroica defensa fue el detonante que provocó el inicio de la Guerra de la Independencia. A partir de ahí todo cambió y cuando el suceso se conoció en el resto de España, prácticamente todas las regiones del país se levantaron en armas", manifestó el capitán Romeo, para quien los principios de Daoíz y Velarde no difieren dos siglos después "de lo que diariamente recitamos, convencidos de lo que estamos dispuestos a ofrecer por nuestra España", haciendo referencia en este punto a los espíritus de compañerismo, amistad, disciplina y de la muerte, "al decidir no vivir como cobardes y morir con el mayor honor". Tras la entrega de distintas condecoraciones y los trofeos de tiro con arma larga y arma corta, la cónsul honoraria de Francia, Nicole Picat-Emery, depositó una corona de flores durante el homenaje a los que han dado su vida por España. Todo el personal en formación participó a continuación en un brillante desfile que contó con la escuadra de gastadores, banda de guerra y música, mando de la Línea y Guión del Grupo, Batería de Plana Mayor, 1ª, 2ª y 3ª Baterías, Batería de Servicios y Batería Mistral. Por último se realizó el tradicional saludo al cañón con cuatro piezas que también recibieron al general Martín Cabrero con salvas de ordenanza, al cumplirse un año de su toma de mando como jefe de la BRILEG.
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