Sucesos

Aseguran que los vigilantes entraron al puesto de turrones para "evitar posibles peligros"

  • La empresa de seguridad privada para la que trabajan asegura que escucharon pitidos en esta caseta ubicada en la Rambla de Almería

Foto remitida por la empresa de seguridad privada del puesto de turrones de la Rambla de Almería.

Foto remitida por la empresa de seguridad privada del puesto de turrones de la Rambla de Almería. / D.A. (Almería)

La empresa de seguridad privada para la que trabajan los dos vigilantes que presuntamente robaron turrones en uno de los puestos ubicados en la Rambla de Almería asegura que éstos entraron a la caseta para "evitar posibles peligros". 

En un comunicado remitido a Diario de Almería, afirman que "los vigilantes entraron al puesto tras escuchar pitidos y ante la sospecha de que alguna máquina estuviera encendida, tal y como han hecho en otras ocasiones durante este servicio, para evitar posibles peligros".

Asimismo, inciden en el propietario del puesto ha retirado la denuncia. Precisamente, desde la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Almería indicaron este miércoles que se tenía constancia de una denuncia presentada por hechos similares que, tal y como señala esta empresa, había sido retirada porque el dueño es de fuera de Almería y le suponía mayor molestia continuarla que el valor de lo que había perdido.

"La Policía no recibió ninguna alerta, ya que carece de alarma y se personó al día siguiente tras una llamada. No se forzó ninguna puerta, debido al que el puesto está cubierto solo con una lona", añaden en este comunicado.

La empresa también niega que sus trabajadores fueran grabados en vídeo, y sostiene que la información ofrecida por este periódico tras consultar a varias fuentes policiales y municipales, "no se corresponde con la realidad y daña nuestra credibilidad como empresa y la profesionalidad de nuestros trabajadores".

Además de este comunicado, este periódico ha podido conversar con uno de los responsables de la empresa, que ha explicado que tras tener conocimiento de lo ocurrido se abrió una investigación interna en la que se ha corroborado lo ocurrido con el propio turronero, los vigilantes de servicio esa noche, la Policía Nacional y el Ayuntamiento de Almería.

De esta investigación se desprende que "no existen indicios" de que el robo -de haberse producido- haya sido perpetrado por estos dos trabajadores. El portavoz de la empresa insiste en que se ha hablado con ambos y con otros dos compañeros de servicio para que "pongan por escrito lo que ha pasado" por separado, siendo coincidente el relato de todos ellos. 

En resumen, la versión ofrecida por estas personas es que se escuchó un ruido que podría ser de una báscula, por lo que se levantó la lona de tela y se accedió al interior de la caseta para comprobar lo que pasaba. Algo "habitual" según este portavoz, que revela cómo unos días antes sucedió algo parecido en otro puesto en el que se encontró una freidora encendida. "Así evitas un incendio", incide.

"El propietario nos ha confirmado que ha retirado la denuncia y que no puede demostrar que hayan (sido ellos los que han) cogido el turrón que le falta", añade este portavoz, que recalca que de tener cualquier certeza de un robo cometido por un trabajador, no sólo supondría su "despido inmediato", sino que se habría comunicado a Seguridad Privada de la Policía Nacional para que se le hubiese retirado el TIP, siendo inhabilitado.

A su vez, mantiene que estuvieron dentro "50 segundos". "No niegan que entraran. Como no tenemos el teléfono de todos los dueños, es normal que entren (en un caso así), no es un allanamiento", apostilla, para concretar también que los hechos tuvieron lugar durante la noche del día 21 de diciembre y no fue hasta el día siguiente que el propietario denunció a estos trabajadores porque alguien los había observado dentro de su caseta, que "no fue forzada".

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