Atrapados en el infierno turco

Dos expediciones almerienses, una que iba y otra que volvía de Japón, varadas por el golpe de estado en los aeropuertos de Estambul y Antalya

Atrapados en el infierno turco
Atrapados en el infierno turco
Iván Gómez - Agencias

17 de julio 2016 - 01:00

El vuelo TK1304 partió el viernes desde Málaga pasadas las cuatro de la tarde con una expedición de la Asociación Cultural y Recreativa de Empleados de Unicaja formada por 44 personas, de las que seis eran de seis eran de Málaga, tres de Jaén, el guía de Halcón Viajes y los 34 restantes almerienses con dirección a Estambul. Aterrizaron en el tercer aeropuerto de Europa y primero de Turquía en torno a las nueve y media. No era su destino, sólo una escala de poco más de tres horas. Desde el aeródromo de Atatürk tenían previsto coger a la una otro avión hacia Tokio, pero el golpe de estado para derrocar al Gobierno de Erdogan los dejó en tierra. Los militares con tanques tomaron el aeropuerto y el espacio aéreo quedó cerrado al tráfico. Y entonces llegó el caos y el miedo.

El grupo en el que hay jubilados, trabajadores, familiares y amigos quedó atrapado en medio de una sublevación viviendo una noche de infarto, entre gritos, disparos y detonaciones en los alrededores de un aeropuerto que hace unos meses era escenario de un trágico atentado terrorista.

La desinformación fue tal que no tuvieron constancia de lo que realmente ocurría hasta que les avisaron desde España. Todos los vuelos fueron cancelados y nadie de la compañía Turkish Airlines se atrevía a dar explicaciones. La madrugada se convirtió en una auténtica pesadilla, como relata alguno de los integrantes de esta delegación que se verá obligada a seguir con su viaje lúdico hasta Japón. "Más de 7.000 personas invadieron el aeropuerto al grito de Allahu Akbar -en árabe "Dios es grande"- y entonces el pánico fue horroroso. La gente corría y se escondía en los aseos y debajo de los asientos hasta que por fin nos dimos cuenta de que eran los leales al Gobierno y se supone que nos apoyaban", cuenta en declaraciones a la Cadena Ser el presidente de la asociación de empleados, José García. La desatención que sufrieron fue más preocupante aún. Fallaron sus intentos de conseguir ayuda del Consulado en Estambul y Ankara y tampoco lograron la respuesta que esperaban desde el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Completamente abandonados, incide García Barroso, al igual que una de las afectadas almerienses de la expedición, Inma Méndez, quien asegura que autoridades de la provincia, como el subdelegado del Gobierno, sí contactaron con la delegación y que su mediación, así como las gestiones realizadas por la entidad bancaria lograron desbloquear la parálisis de una Embajada que se vio superada por los hechos. En la jornada de ayer recibieron la visita de personal del Gobierno que les facilitó una vía de contacto directo en el caso de que su vuelo, el que retomarían a Japón poco antes de la una de la madrugada, se retrasara o fuera cancelado. El ánimo no está para visitar Tokio o Kioto, ciudades que forman parte de su itinerario de una semana, pero no tendrán más opciones. "Nos han obligado a mantener la ruta que teníamos", asegura a este periódico.

El aeropuerto de Atatürk ha ido recuperando progresivamente la normalidad desde primera hora de la mañana de ayer, al igual que el de Antalya, al sur del país. Allí fue desviado durante la noche del viernes, poco antes de fracasar la intentona golpista, otro vuelo que regresaba desde Osaka con una treintena de almerienses, socios y cooperativistas de Vicasol. Hacían la ruta inversa y su situación no fue tan dramática como la vivida por los que quedaron atrapados en Estambul. Por las restricciones del espacio aéreo llegaron en torno a las cuatro de la madrugada y en un ala de la terminal, casi fantasma, permanecieron arrinconados a la espera de retomar en la jornada de hoy su vuelo hasta Málaga. Desde Aena informaron que la compañía Turkish Airlines canceló las dos salidas y llegadas con procedencia y destino a Turquía previstas para el sábado desde Málaga, el único de los aeropuertos andaluces con vuelos a este país. Los futbolistas Puyol, Deco y Abidal se vieron en la misma tesitura, ya que se habían desplazado hasta el sur de Turquía para jugar un partido benéfico que organizó el camerunés Samuel Eto'o. En Antalya no se vivieron las escenas de pánico, no era la misma incertidumbre, además de que les facilitaron agua y bocadillos y en el aeropuerto de Estambul todo era incertidumbre, hasta el de la manutención de estos suministros básicos. De hecho, desde la Embajada española tuvieron que facilitar medicamentos ayer a uno de los miembros del viaje organizado por la Asociación de Empleados de Unicaja. Todo ha quedado en un susto, una noche que nunca olvidarán. Se vieron rodeados por un golpe de estado que los condenó a la incomunicación y a los peores presagios.

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