La Autovía del Agua se aprobará 'por decreto'

Ciudadanos condiciona su respaldo parlamentario al próximo presupuesto de la Junta al trasvase de Rules

El candidato de Ciudadanos por Almería al Congreso, Diego Clemente, visitó ayer el embalse de Benínar para comprobar in situ el mermado nivel de agua acumulada este año hidrológico.
El candidato de Ciudadanos por Almería al Congreso, Diego Clemente, visitó ayer el embalse de Benínar para comprobar in situ el mermado nivel de agua acumulada este año hidrológico.
Iván Gómez

15 de junio 2016 - 01:00

No se han sacado un conejo de la chistera ni inventado la receta universal contra la sequía de la provincia, pero van a conseguir retomar un proyecto decisivo en la lucha contra el déficit hídrico. Los cargos electos de Ciudadanos tanto en los ayuntamientos como en el Parlamento de Andalucía y los candidatos a serlo en Senado y Congreso han previsto una hoja de ruta en las administraciones con las que poner en marcha la histórica Autovía del Agua que se proyectó a finales de los noventa, pero fue aparcada por la crisis, y que los regantes almerienses y las organizaciones de agricultores vienen reclamando en los últimos años. Y la cruzada 'ciudadana' no parará hasta que una conducción de acero de entre 1.000 y 1.500 milímetros de diámetro permita enlazar el embalse de Cuevas con el pantano de Benínar y desde ahí hacia la presa de Rules desde la que llegarán unos 70 hectómetros cúbicos anuales.

La tubería bidireccional que permita trasvasar el agua desde un extremo a otro de la provincia se ha planteado en el Parlamento de Andalucía como la solución al déficit hídrico, así al menos lo ha entendido la almeriense Marta Bosquet, quien presentará una Proposición No de Ley y cuenta con el respaldo de su grupo para que sea una "línea roja" a la hora de negociar con el PSOE el apoyo de su partido a los presupuestos de la Junta del próximo año. Ya formuló una pregunta hace unos meses sobre la planificación de la administración regional para una zona en grave riesgo de sequía al consejero de Medio Ambiente, si bien no ha obtenido de momento la respuesta esperada y sólo hay voluntad para seguir estudiando la viabilidad de la infraestructura. Desde el PSOE almeriense ya han mostrado disposición a retomar el proyecto que en su día planificó la sociedad estatal Acusur, antes de que fuera derogado el trasvase del Ebro,si bien no han fijado fechas ni partidas para implementarlo en los próximos años. También el PP ha querido sacar rédito electoral de la reivindicación de regantes y agricultores y lo planteó en sede parlamentaria, pero no deja de ser una pregunta sin seguimiento ni mayor interés. Es Ciudadanos el que abandera la lucha por el eje central de distribución del agua en Almería, un proyecto que tiene un coste estimado de 110 millones de euros que deberían asumir las administraciones autonómica y central con parte de financiación de las comunidades de regantes que se beneficiarían de la red. "Es una actuación fundamental para garantizar el futuro del campo, el trasvase desde Rules y el agua de la desalación y reutilización van a permitir recargar los acuíferos sobreexplotados antes de que sea demasiado tarde", argumenta el candidato de Ciudadanos, Diego Clemente. De hecho, dentro de su tour de campaña hoy tendrá una parada en el Levante para mostrar a los regantes y usuarios todo lo que vienen trabajando para hacer realidad la autopista del agua. La formación cifra el déficit en 139 hectómetros cúbicos para toda la provincia, en base a los estudios consultados, y expondrá ante los agricultores sus planes para que la sequía pase a la historia. Los 30 hectómetros cúbicos de la planta del Campo de Dalías cuando esté a pleno rendimiento, 10 más de la desaladora de Almería y otros 40 de la de Carboneras, entre 6 y 8 de la futura desalobradora de Balsa del Sapo y la decena procedentes de la reutilización del agua en El Bobar, Roquetas y Poniente, más los 70 que pueden llegar desde la presa granadina de Rules unidos a los aportes consolidados de las cabeceras del Tajo y Negratín, en torno a 15 y 25, permitirían cubrir la situación actual de déficit y no depender de los acuíferos. Es más, la pretensión de la formación de Albert Rivera es alcanzar un gran pacto por el agua con el consenso de los agentes implicados y todos los partidos y administraciones en el que articular, siempre en virtud de criterios técnicos y no políticos, la fórmula para implementar las nuevas infraestructuras hídricas y un precio único para el agua que acabe con el mercadeo y agravios a los regantes almerienses que pierden competitividad al pagar más por el agua desalada que los de otras zonas del sureste.

A partir de ahí, en el horizonte del medio y largo plazo se fijarán objetivos como una reelaboración del Plan Hidrológico Nacional que acabe con enfrentamientos entre los territorios y la insolidaridad con las cuencas condenadas a la costosa compra de sus recursos. Pero antes de modificar los planes a nivel estatal deberá cambiarse el de la Cuenca Mediterránea que no incluyó en su reciente aprobación una posible transferencia desde la presa de Granada hasta Adra al no aceptarse las alegaciones de los regantes almerienses.

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