No luce sus mejores momentos, pero el Cable Francés, construido a patir de 1920 entre el Club de Mar y la playa de San Miguel, tiene todavía futuro por delante. El Ayuntamiento de Almería ha confirmado que la restauración de esta estructura que forma parte de la historia minera la ciudad sigue estando entre sus planes, pese a las dudas generadas a raíz del reciente desprendimiento parcial sufrido y, sobre todo, por unas cuentas elevadas que aguardan a la actuación.

Fue el año pasado cuando el concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Miguel Ángel Castellón, avanzaba la intención municipal de actuar sobre el Cable Francés y convertirlo en un paseo sobre el mar abierto a la ciudadanía. La titularidad es de la Autoridad Portuaria, por lo que el Ayuntamiento planteaba una posible cesión, previendo que la ejecución del proyecto podría rondar los 700.000 euros.

Esa cantidad aún hoy se mantiene dentro de los cálculos de la Gerencia de Urbanismo, pero no es la única. La recuperación de la estructura requerirá una inversión estimada entre 1.100.000 euros y 1.300.000, mientras que los 700.000 euros, o una mayor o menor inyección económica en función de las ambiciones proyectuales, irán destinados al paseo sobre el mar en sí. Es decir, a hacer atractivo el recorrido sobre este pantalán de la minería.

"Se ha ido de precio", reconoce el responsable municipal. Y la disyuntiva es clara: "O se quita, por la imagen de deterioro que ofrece en un lugar tan transitado como es el paseo marítimo, o se arregla. Y queremos arreglarlo", resuelve la incógnita Castellón, quien mantiene que en estos próximos meses "vamos a trabajar a nivel de proyecto", por lo que el Ayuntamiento todavía no solicitará de manera formal al Puerto la cesión -o concesión- de este Cargadero que, si bien no tiene la valía de Bien de Interés Cultural, en su día tuvo más actividad que el propio Cable Inglés.

La Autoridad Portuaria, mientras, acomete la reparación del Francés con una inversión de 10.000 euros, dirigida a garantizar la estabilidad y seguridad ante el visible deterioro por el paso del tiempo, acelerado por la corrosión de los materiales y los actos vandálicos. Aún queda un mes por delante de trabajos, según el plazo de ejecución.