El Ayuntamiento vende tazas de recuerdo de Almería a los turistas

Además de información, los visitantes que lleguen a la Oficina Municipal de Turismo en la Plaza Vieja de la capital, podrán encontrarse con el nuevo merchandising lanzado por el Ayuntamiento de Almería, que se apunta a la venta de recuerdos de la ciudad.

Los artículos que los turistas y, por qué no, coleccionistas almerienses pueden adquirir son tazas, toallas y pins con originales diseños del Sol de Portocarrero o el Indalo. La iniciativa parte de la Concejalía de Turismo, cuya responsable, María Vázquez, encargó un estudio de viabilidad económica de la actuación, siguiendo los pasos de otras capitales como San Sebastián.

Los resultados han sido positivos y el merchandaising reportará un pequeño ingreso a las arcas municipales que, en tiempos de crisis, no debe desdeñarse.

Los recuerdos de Almería compartirán pronto vitrina con algunas muestras de la artesanía de la capital, con la finalidad de promocionarla y servir de escaparate que permita su difusión.

Lo que sí se encuentra ya en la Oficina Municipal de Turismo es la Bandera a la Excelencia, que certifica a la capital como destino náutico de calidad. "Este reconocimiento nos avala como ciudad que mira al mar y dispone de productos y atractivos para el turista náutico y deportivo marítimo", manifestó ayer el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, en el acto de recepción de esta mención concedida por la Asociación Española de Estaciones Náuticas, en colaboración con la Secretaria General de Turismo y Turespaña,

La bandera acredita a la ciudad por su servicio en la atención personalizada de los clientes, el desarrollo y diseño de actividades, la seguridad, la conservación de materiales, así como la gestión profesional de las empresas, explicó el presidente de la Asociación Estación Náutica "Bahía de Almería", Juan José Fernández.

El alcalde recalcó por último que este reconocimiento simboliza el fin "de aquel sonsonete que nos ha acompañado durante tantos años y que nos reprochaba una y otra vez que la ciudad vivía de espaldas a nuestro Mar Mediterráneo".