Almería

BAYÁRCAL. Soldado fallecido en Cuba

Panorámica

Panorámica

Al igual que ocurriera con el Dr. Martínez Oña en sus sucesivas rutas a la Sierra de Filabres, José Sedano Moreno nos regala otro de los escasísimos libros de viajes por la provincia, prologado por la común amiga Isabel Arévalo: <Imagínate la Alpujarra (2021)>; compendio de los artículos publicados en <Abuxarra> revista comarcal de La Alpujarra. Nacido en Berja en 1954, ha sido funcionario de dicho Ayuntamiento desde 1981 hasta 2019, año en el que pasó a “clases pasivas”. Escritor e investigador de la deportación española a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial en general, y de los almerienses en particular. Terminó sus estudios de Magisterio en 1977 pero no ha ejercido como tal, fruto de una decisión personal tomada al año siguiente.Al igual que ocurriera con el Dr. Martínez Oña en sus sucesivas rutas a la Sierra de Filabres, José Sedano Moreno nos regala otro de los escasísimos libros de viajes por la provincia, prologado por la común amiga Isabel Arévalo: <Imagínate la Alpujarra (2021)>; compendio de los artículos publicados en <Abuxarra> revista comarcal de La Alpujarra.

Nacido en Berja en 1954, ha sido funcionario de dicho Ayuntamiento desde 1981 hasta 2019, año en el que pasó a “clases pasivas”. Escritor e investigador de la deportación española a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial en general, y de los almerienses en particular. Terminó sus estudios de Magisterio en 1977 pero no ha ejercido como tal, fruto de una decisión personal tomada al año siguiente. Co-fundador (en 1977) del Centro Virgitano de Estudios Históricos, organismo autónomo administrativo tutelado por el Consistorio virgitano y miembro del departamento de Historia del Instituto de Estudios Almerienses (IEA) de la Excma. Diputación Provincial de Almería. Simultaneaba su trabajo diario en el Ayuntamiento con la investigación sobre la deportación española. Investigación que comenzó en 1981 al tener conocimiento de que vecinos de Berja habían muerto en el campo de concentración de Mauthausen (Austria). Sedano Moreno ha sido uno de los pioneros del fenómeno <deportación> en España, cuando en este país no había información alguna sobre el tema, y los primeros ejemplares de bibliografía sobre dicha realidad le llegaban de Francia.

Cerro del Almírez. Díaz Puga y Antonio J. Ramos Cerro del Almírez. Díaz Puga y Antonio J. Ramos

Cerro del Almírez. Díaz Puga y Antonio J. Ramos

Altas cumbres

Camino del Puerto de la Ragua y El Chullo, el pico más alto (2661 m.), Bayárcal –“de inmaculadas casas blancas, en perfecta simetría”- es asimismo el pueblo de mayor altitud provincial (1258 m.); con un leve repunte demográfico y económico, representado por una moderna serrería maderera. Lugar de nieves y de deportes de invierno, paso obligado de arrieros y estraperlistas a la vertiente del Zenete y Hoya de Guadíx. Florentino Castañeda, el poeta de la vecina Laujar, cantó la belleza montuosa de Bayárcal (topónimo equivalente a “presa en el río”), en la raya fronteriza con Granada por Sierra Nevada, de cuyo Parque Natural forma parte al oeste de nuestra provincia. De la serrana localidad partió uno de los 200 mil hombres que la Patria envió al moridero de las Antillas, a la agónica guerra contra los nativos cubanos cuando el desastre bélico que llevó a la pérdida de las colonias de Ultramar. El autor nos lo sitúa en una “húmeda mañana” a mediados de diciembre de 1896 en La Habana, su capital. Concretamente en el Hospital Militar Alfonso XIII (hoy Hospital Universitario y Docente “General Calixto García”).

Al fondo de una de las espaciosas habitaciones situadas en la planta baja del noble edificio, repleta de camas ocupadas por soldados, se encuentra moribundo nuestro personaje. El calor es asfixiante, la humedad pegajosa, el olor es nauseabundo -mezcla de éter, vómitos y otros potingues médicos-, un ambiente irrespirable. Entre las filas de camas alineadas, doctores y enfermeros se multiplican para atender a todos estos enfermos afectados por la fiebre amarilla que no paran de quejarse y entre lamento y lamento, de vomitar. Él tampoco ha escapado de la picadura de este mosquito en algún lugar de la manigua cubana. Frente a tan desesperanzador futuro aguardaba su muerte Manuel del Amo García, de 22 años, soldado del reemplazo embarcado forzosamente en el puerto de Cádiz al no disponer de las 2.000 pesetas que el Estado exigía para eximirlo del servicio militar obligatorio. El joven bayarcaleño formaba parte del Batallón de Cazadores del Regimiento de Infantería nº 92 (revista Farua 14/2011). Aquejado de fiebre amarilla, al igual que sus 12.906 compañeros de armas, recibió la extremaunción de manos del capellán castrense. Mientras, musitaba el nombre del añorado pueblo, de su amada madre y de la cuna de sus mayores. Fueron las postreras palabras en un malhadado día 13 de diciembre, cercano al ocaso de la centuria decimonónica.

Castaño de la Roza Castaño de la Roza

Castaño de la Roza

El chaval cierra sus ojos -prosigue Sedano Moreno- recordando como ha crecido jugando con sus amigos entre las empinadas calles, subiendo y bajando arriscados barrancos… Se le viene a la cabeza el profundo olor a manzanas cuando era el tiempo de su recolección, del castaño, del almendro… Cuando en primavera comienza a florear toda la falda de la montaña y brota el trigo y las patatas. Ya no volverá a ir al Cerro de Iniza, ni a escaparse con sus amigos hasta la Piedra del Tajo de las Cruces, ni siquiera volver una vez más a la Piedra del Tajo Matías…

Un médico militar certifica su muerte, le cierra los ojos y cubre la cabeza con el raído cobertor cuartelero. El Diario Oficial del Ministerio de la Guerra publicó su deceso en tierra extraña, al tiempo que su enterramiento se anota en el Registro Cementerial del Cementerio Colón, en La Habana. DEP el infortunado bayarcaleño Manuel del Amo García que partió para no volver de la “sempiterna serviola de La Alpujarra almeriense” 

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