Con atuendo propio de años de posguerra, su figura nos traía a la retina la imagen vívida de la <Srta. Celia>. Enérgica a pesar de la aparente fragilidad de su perfil, inteligente mirada, óvalo dulce, sonrisa franca… Conocí a Virginia Fernández Collado una tarde lluviosa ante la casa de Jesús de Perceval en el transcurso de una visita guiada por los espacios urbanos habituales a Celia Viñas Olivella (1915-1954), ilerdense recriada en Mallorca y que tras superar las oposiciones a Cátedra -ante un tribunal de hombres en una España gris tirando a negro- optó por las playas mediterráneas para ejercer la docencia y servir de revulsivo cultural de una sociedad provinciana, aletargada y sufriente. Nadie mejor que ella para encarnarla, a la que incluso se asemeja en el físico y determinación. Con atuendo propio de años de posguerra, su figura nos traía a la retina la imagen vívida de la <Srta. Celia>. Enérgica a pesar de la aparente fragilidad de su perfil, inteligente mirada, óvalo dulce, sonrisa franca…
Conocí a Virginia Fernández Collado una tarde lluviosa ante la casa de Jesús de Perceval en el transcurso de una visita guiada por los espacios urbanos habituales a Celia Viñas Olivella (1915-1954), ilerdense recriada en Mallorca y que tras superar las oposiciones a Cátedra -ante un tribunal de hombres en una España gris tirando a negro- optó por las playas mediterráneas para ejercer la docencia y servir de revulsivo cultural de una sociedad provinciana, aletargada y sufriente. Nadie mejor que ella para encarnarla, a la que incluso se asemeja en el físico y determinación. El siguiente encuentro literario se produjo en una jornada del Centro de Profesores de Almería dedicada a la citada Viñas Olivella, bajo la dirección de Francisco Galera, su más documentado biógrafo. La última cita ha sido reciente, en la antesala de la Feria del Libro y con Juan José Ceba, <La Traíña> y la UAL como promotores. Ocasión en que se evocaba a José Ángel Valente (1929-2000) en las inmediaciones de su casona del casco histórico y se homenajeaba a Ana Mª Belmonte, cuidadora en los últimos años del orensano Príncipe de Asturias de las Letras afincado en Almería junto a su esposa Coral.
Ahí de nuevo Virginia prestó su voz, dando muestras de compromiso ciudadano y generosa disposición, con “una cuidada selección de poemas para su lectura preciosa”. Un poeta al que no es ajena desde antes de que coordinara <Ciudad Celeste>, con Francisco Vargas y Perfecto Herrera. Antología en su homenaje (IEA, 2016> y en el que con prólogo de Ismael Diadié participaron medio centenar de escritores.
Trayectoria vital y profesional
Nací el 17 de septiembre de 1977 en Bédar. Mis padres -relata-, aunque emigraron a Barcelona a los 18 años, regresaron hacia 1975 a su Bédar natal. Mi padre, Jesús, es hijo de carpinteros y cuando volvieron abrieron, por tradición familiar, una carpintería, donde trabajó con mi madre hasta que ambos se jubilaron. Hoy es mi hermano Jesús, quien a pesar de su carrera de Arquitecto Técnico, decidió seguir de gerente en la empresa. En el pueblo pasé mi infancia, asistiendo a la escuela pública como paso previo a la EGB en Los Gallardos y el bachillerato en Vera. De aquí salí para cursar la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en la UAL (2000) y posteriormente el doctorado en Economía Aplicada y un master de Asesoría Fiscal por la Escuela de Negocios Gades (Madrid, 2006). Resido en la capital, aunque en vacaciones siempre vuelvo a mis raíces. En paralelo a tan atractivo currículo académico, Virginia estudió música en los conservatorios de Cuevas del Almanzora y Almería, viajó por Europa y América y trabajó en un Banco y en una promotora inmobiliaria. No obstante, a temprana edad ya mostró su inclinación natural por la Literatura, singularmente hacia la Poesía. “Actualmente ejerzo en Almería la docencia en Educación Secundaria como profesora de Administración de Empresas”.
Prosa y verso
Citada <Ciudad Celeste>, de sus poemarios publicados cabe destacar <Mujer, mundo y muerte>, editado por Fondo Keti (Ediciones del Genal, 2017) y patrocinado por el Centro Unesco de Andalucía; <Depredadores> (La Oficina Ediciones Culturales, 2015); prologado por el amigo Ceba, contó con la participación de 45 autoras de 17 países. De 2017 son <Poemas 2006-2016> y <Violencia de Género> (Museo de Almería). Tan intensa impronta poética se recoge en distintas antologías, al tiempo que sus poemas han sido traducidos al inglés y al árabe (aparece en la revista La tercera orilla). Virginia ha firmado en El País Semanal o en las revistas El diario urbano, en Santiago de Chile y Quillota (Chile) y la levantina Axarquía. Ha representado a España en el encuentro de poetas hispanomusulmanes y está en posesión del 1º premio poético en el XIII Certamen de Creación Joven, Ciudad de Almería (2011). A ellas se suman otros títulos específicos en el campo metodológico de su actividad profesional
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