Bankia compra el Hotel Zafiro por poco más de 126.000 euros

El establecimiento salió a subasta tras ser enajenado por impago de impuestos municipales Su valor era de 11, 2 millones y adeudaba 16 a raíz de dos hipotecas

E. Press

29 de enero 2014 - 05:01

Finalmente y tras varios intentos, el emblemático Hotel Zafiro ha encontrado nuevos dueños. La entidad bancaria Bankia ha adquirido el establecimiento, ubicado en la Avenida del Mediterráneo de Roquetas de Mar, tras presentar la única oferta a la subasta pública que se celebró en el Consistorio roquetero para la venta del inmueble, que fue enajenado como consecuencia del impago de los impuestos municipales.

El hotel, que ocupa 8.100 metros cuadrados en La Urbanización, una de las principales zonas turísticas de Roquetas, fue adjudicado en primera licitación por el precio base de 126.413,02 euros, según fuentes municipales, siendo su valoración de 11.288.579,18 euros.

El establecimiento tenía cargas por valor de 16 millones de euros a raíz de dos hipotecas, una de 14 millones de euros y otra de dos millones, a favor de la ya extinguida Bancaja, cuyos activos pasaron a formar parte de Bankia a través de la fusión de la primera con Caja Madrid. Igualmente, adeuda 94.980,00 euros para responder de embargo a favor de Vera Técnicos SAP.

El inmueble, uno de los primeros hoteles que se abrió en la localidad para el turismo de 'sol y playa', está compuesto de un semisótano, una planta baja y cuatro plantas altas en las se distribuyen 256 habitaciones, 226 de ellas dobles. Asimismo, cuenta con una superficie útil de 10.370 metros cuadrados, una zona de aparcamiento para uso de 100 vehículos, jardines y dos piscinas.

Pese a contar con décadas de actividad, el establecimiento fue cerrado después de 2007 cuando sus últimos propietarios decidieron derribar el hotel para edificar en el lugar un conjunto de apartamentos turísticos, si bien la operación no llegó a fructificar pese a que contaban con la licencia de obras para ejecutar los trabajos.

Desde hace varios años, a partir de su cierre definitivo, el inmueble se ha ido degradando progresivamente por la falta de uso y el paso del tiempo, y ha sufrido diferentes actos vandálicos como es el caso de pintadas o zonas incendiadas sin reparar. Ya a principios del año pasado la agrupación Izquierda Unida en Roquetas de Mar denunció el estado "alarmante" del establecimiento.

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