Barrio Alto
ElSITIODEMIRECREO
Localización. El camino real que iba desde la rambla hasta el Molino de la Torre se fue cubriendo de casas
D style="text-transform:uppercase">ice una copla: "El Barrio Alto es cristianoLa Almedina, musulmanay cuando los dos se encuentranse sacuden la badana"
El camino real que iba desde la rambla hasta el Molino de la Torre se fue cubriendo de casas a su alrededor que dieron forma a este barrio. Con el tiempo se fue cubriendo la zona desde la Rambla de Amatisteros hasta la Carretera de Ronda, y por el sur hasta San Juan Bosco. Al final del siglo XIX el barrio tenía cuarenta calles. Era un barrio obrero en la periferia con una construcción típica almeriense de puerta y ventana, sencilla que aportaba a la ciudad ese carácter de ciudad horizontal y que en este barrio aún se mantiene en algunas calles.
Su vía principal es la Calle Real del Barrio Alto. Comienza en la Carretera de Ronda y acaba en la Avenida Federico García Lorca.
Iniciando el recorrido de la calle desde el comienzo de esta, en la acera de la izquierda, haciendo esquina con la calle Patrón se encontraba el Cine Monumental. En su sala podías ver dos películas al precio de una. Patio de butacas de madera, gallinero, y un "ambigú" en el que durante el cambio de una película a otra se formaban colas para comprar regaliz rojo y negro, kikos y algunas chucherías. Recuerdo pagar 5 duros por ver una película de vaqueros seguida de otra de chinos. Ahora solo queda el solar vacío.
Un poco más abajo, en la acera de la derecha en el número 97 en el año 1925 , se encontraba el almacén de espartería de Enrique Rull Rodríguez. En este mismo año en el Anuario de Almería se publicaba un aviso del Cuerpo de Bomberos en el que se indicaba el número de campanadas que se daban en caso de incendio según en la zona de la ciudad en que se produjera. En el caso que el incendio se produjera en el Barrio Alto se daban nueve campanadas.
Entre la calle Ángel Ochotorena, calle Béjar y Calle Molino se encuentra el grupo de 68 viviendas construidas por la Delegación Nacional de Sindicatos en el año 1968. El nombre de este grupo de viviendas es "Fructuoso Pérez Márquez" en homenaje al periodista y director del periódico "La Independencia". Además de periodista era un gran amante de la música, cantaba en el coro de la Catedral y tocaba en ella el armonium. La Masonería vio en el un fiero enemigo, y según cuenta Tico Medina en su libro "Almería al sol", Fructuoso recibió en una ocasión en su casa una orden de arresto firmada por treinta y dos masones. Fue fusilado en la playa de La Garrofa el 15 de Agosto de 1936.
En el año 1928, según consta en la publicación de la Asociación de la Prensa para las fiestas de Agosto de 1931, el oculista Antonio Fornieles Ulibarri tenía en el Barrio Alto un dispensario en el que, con sus propios medios y sin ayudas oficiales, atendía gratuitamente a más de cien pacientes diarios afectados principalmente de Tracoma. Este dispensario junto a otro que tenía en la Plaza de Pavía atendió a 5.084 enfermos e intervino quirúrgicamente a 544.
Siguiendo el recorrido por la calle Real del Barrio alto hacia la Avenida García Lorca, en la acera de la derecha, un poco más debajo de la farmacia estaba la pastelería de Paco Iglesias, célebre por sus "medias lunas". Desde su pastelería las llevaba al quiosco de "Pepe Y Encarna" que se encontraba en la unión de la rambla Belén y Amatisteros, donde además de vender las medias lunas y unos bollos rellenos de merengue y cubiertos de coco, también era famoso por sus "Garbanzos Tostaos" hechos en un bidón con fuego de leña. Muchos cartuchos he comprado de esos garbanzos recién hechos que después compartía con mi padre y mi abuelo en tardes de invierno.
Llegando al final del recorrido, a la izquierda hay otro grupo de viviendas conocidas como "El barrio del los pintores" y a la derecha la actual calle Sor Policarpa, llamada en 1894 "Camino de los Depósitos, ya que aquí estaban los depósitos del agua instalados por el alcalde Juan Lirola. Actualmente en el lugar que ocupaban los depósitos hay un parque. Subiendo desde este parque por la Avenida de Santa Isabel, a la izquierda se encuentra un grupo de viviendas conocido como "Las casitas de Papel"
Este pequeño grupo de 82 viviendas se proyectó en 1948 y se finalizaron en el 13 de Marzo del año 1950Construidas reduciendo al mínimo la calidad constructiva de las viviendas que se hacían hasta entonces y sin apenas equipamiento, con el fin de solucionar la falta de vivienda.Se les llamaba "Casitas de papel", precisamente por que sus paredes y techos eran casi de papel.En la actualidad prácticamente no queda nada de las viviendas originales, ya que han sido reconstruidas, reformadas, o derribadas para construir una nueva, aunque todavía conserva el trazado estrecho de sus calles. Este tipo de viviendas se construyeron tras las secuelas de la guerra civil. Los bombardeos habían destruido muchos edificios y además se produce un fuerte crecimiento demográfico ya que de 54.000 habitantes en 1930 se pasa a 79.000 en 1940 por lo que surge la necesidad de construir nuevas viviendas.
En el año 1938 se crea la "Dirección General de Ciudades Devastadas" con el fin de desarrollar actuaciones urbanísticas, realizando obras rápidas para solucionar los problemas de vivienda en Almería.
En el año 1940, rodeando la ciudad, había censadas 2.520 cuevas habitadas por 18.200 personas. El peligro que esto suponía para la población era evidente, enfermedades contagiosas, etc. y de ahí surge la necesidad de realojar esta población en viviendas sencillas de rápida construcción, para terminar con las imágenes de pobreza de las cuevas de La Chanca, Cerro del Hambre, la Fuentecica y Cementerio.
El Barrio Alto es de los pocos que aún conservan ese aire almeriense en algunas de sus calles estrechas y llenas de casas de planta baja que respiran silencio y calma, muchas de ellas abandonadas, en venta, o simplemente cerradas. En sus puertas entre abiertas asoman tímidamente las siluetas de sus ancianos propietarios, sentados en sus antiguas butacas en la oscuridad.
De todos los barrios de Almería que he fotografiado, es el único en el que un hombre salió de su casa para preguntarme porqué y para que hacía fotos, quizás poco acostumbrados a que el barrio sea visitado y fotografiado por los propios almerienses, y mucho menos por los visitantes. Esto demuestra el abandono que sufre por parte de quien debe cuidarlo, conservarlo y promocionarlo.
Un colectivo vecinal se encarga de reivindicar desde hace años al ayuntamiento la remodelización del barrio, su limpieza, su mantenimiento, y aunque han conseguido algo, sigue siendo poco para un barrio que merece tener la importancia y atención que por ubicación e historia le pertenece, al igual que otros barrios llamados "de la periferia" y que deberían tener la misma atención y puesta en valor que otras zonas más céntricas de la ciudad.
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