Barrotes refuerzan las jaulas de la perrera para evitar el robo de animales peligrosos

El área de Salud y Consumo ha procedido a reforzar las jaulas en las que se encuentran los animales que se derivan a la perrera municipal, en su mayoría, después de ser abandonados. Las medidas han sido adoptadas después de que en los últimos meses se hayan producido diversos robos que, además, han supuesto el destrozo de algunas instalaciones en las que se encuentran, al igual que la puerta de acceso, que también ha sido reparada.

La intervención realizada ha supuesto la colocación de barrotes de 20 milímetros de diámetro en las jaulas, con la voluntad de impedir la utilización de las grandes tenazas a la hora de forzar las puertas de las jaulas.

Además, desde los robos de más de 40 perros, de todas las razas y edades, se han adoptado medidas especiales para los considerados peligrosos y así evitar que se realicen con ellos peleas clandestinas, como advirtieron las asociaciones protectoras.

La concejal responsable del área, Rafaela Abad, aboga por el civismo de la ciudadanía y considera "ilógico el tener que poner un guardia de seguridad en unas instalaciones que son un servicio público y un bien común".

De hecho, un grupo de voluntarios de la protectora Almariya se dispusieron a vigilar las inmediaciones del centro zoosanitario por la noche, una vez que tuvieron conocimiento de los robos.

Además, resalta que la perrera está abierta a cualquier persona que quiera acercarse para adoptar a un animal, "con vacunas y el microchip como está establecido". De hecho, explica que las instalaciones reciben unas 200 visitas mensuales que tienen la intención de adoptar un animal, especialmente perros y gatos.

A lo largo de este año se han tramitado 237 adopciones y se han devuelto a sus propietarios un total de 17 animales extraviados y localizados a través del microchip que llevan insertado.