Almería

“Blanca Nieves”: el cine de la calle Trajano

  • El pasado día de Reyes se cumplieron 70 años desde que esta sala de cine se inaugurara en una de las calles más céntricas de la capital

La calle Trajano de Almería es la antesala, desde el Paseo, de las mal llamadas “Cuatro Calles”. Mal llamadas, porque en realidad son tres (Real, Eduardo Pérez y la propia Trajano), pero al formar una perfecta esquina de dos pares de aristas se cree que son cuatro y no tres las vías que confluyen.

Pues en el número 9 de esa calle Trajano, ahora llena de bares que ofrecen tapas clásicas, con suplemento y raciones cortitas y caras, existió un cine. Un cinema, mejor dicho, que era como se denominaba en 1952 al lugar donde proyectaban películas. A la altura de donde desde 1967 sobresale el mamotreto de hormigón llamado “Doctor Fleming” y un día estuvieron los pubs “Capitán Nemo” y “Maravillas”, el Día de Reyes de hace 70 años se inauguró la sala “Blanca Nieves”. Un espacio humilde con nombre de cuento que complementó durante varios meses la oferta de ocio que ofrecían el “Salón Hesperia” o los teatros “Apolo” y “Cervantes” y desde mayo a septiembre las terrazas “Oriente”, “Moderno”, “Imperial”, “San Miguel”, “Bahía”, “Molinos” o “Pavía”.

El 6 de enero de 1952 abrió al público con “Las aventuras de Don Quijote” y la superproducción “Hombres del Oeste”

“Blanca Nieves” abrió a las once de la mañana del 6 de enero con sus accesos peatonales recién pavimentados por el contratista Cristóbal Pérez Rodríguez. Se presentó a la sociedad con la modestia de un recuadrito en el periódico del Movimiento, donde con letras pequeñillas anunciaba su inauguración y el pase de los dibujos animados “Las aventuras de Don Quijote” y la superproducción, grabada doce años antes, pero doblada al español, “Hombres del Oeste” de William Boyd y Andy Clyde. Una buena cartelera infantil para el Día de Reyes: dibujos animados y pistoleros, por lo que las autoridades gubernativas calificaron la doble sesión como “Tolerada para menores”.

Durante las primeras semanas, el “Cinema “Blanca Nieves” proyectaba películas del oeste porque el género gustaba y complementaba con otra proyección cómica o de dibujos animados. Así, se exhibieron en un mismo día “Aladino y su lámpara maravillosa” y la superproducción “La Ley del más fuerte”, con el actor de Oregón Bob Steele o “El valle siniestro” de Joyee Cometon y “Por su mala cabeza” de Oliver Ardy y Stan Laurel (“El gordo y el flaco”). De esta pareja de cómicos fueron diversas las cintas que se proyectaron: “Un par de gitanos” o “Los del aire”.

Los domingos solía tener cola de almerienses que querían entrar a ver la programación doble

Honores de reestreno

BLANCA NIEVES CINE CARTEL BLANCA NIEVES CINE CARTEL

BLANCA NIEVES CINE CARTEL / D.A. (Almería)

Que la superproducción prevista en cartelera estuviese doblada al español era una garantía de éxito, como “El asesino vive en el 21” de Pierre Fresnay y Suzy Delair o “Mando Siniestro” de Claire Trevor. También había ocasión para alguna que otra película española, siempre y cuando la distribuidora enviara a tiempo el rollo de la grabación. En marzo de 1952 los almerienses pudieron ver la comedia “¿Por qué vivir tristes?” de Raul Cancio y Mary Santamaría, aunque no tenía nada de estreno ya que se grabó diez años antes. Lo habitual era eso: la Distribuidora Ballesteros traía material viejo y ya exhibido en muchas ciudades, pero la Almería de principios de los años cincuenta no admitía más dispendios cinematográficos. Cuando la cinta era nueva y tenía pocas reproducciones se difundía como una novedad. Fue lo que, más tarde, otros empresarios españoles bautizaron como “honores de reestreno”.

Daba igual porque el público, literalmente, se apiñaba en las colas para conseguir una entrada, de menos de dos pesetas, y sentarse en una butaca con buena visibilidad. Existen pocas referencias documentadas del “Blanca Nieves Cinema”, pero el gran periodista Manuel Román González (1923-2017) escribió en su sección fija “Bajo el Manzanillo” sobre las “batallas campales” de gente aguantando frío y viento para entrar al local y para impedir que los “listos” se colaran: “Menos mal que la «cola» con todos estos alicientes se presenta siempre algo divertida, contagiada quizás de la proyección correspondiente, pudiéndose decir que hay ocasiones en las que el verdadero «cine» tiene lugar en ella, que paciente y silenciosamente va recibiendo la orden del acomodador que, de vez en vez, abre la puerta para decirnos «¡Dos pá dentro!», «¡Uno suelto!», «¡Tres!»… concluía Román.

BLANCA NIEVE CINEMA PELICULA OESTE BLANCA NIEVE CINEMA PELICULA OESTE

BLANCA NIEVE CINEMA PELICULA OESTE / D.A. (Almería)

Con esta crónica, damos por hecho la algarabía de la calle Trajano cuando “Blanca Nieves Cinema” descorría sus puertas los domingos de 1952 y 1953. También algún que otro lunes, pero ese derroche semanal duró poco. Trajano ya era una vía con mucho movimiento peatonal por su conexión entre la zona de la Catedral y el Paseo. Además, en esos primeros años de la década de los cincuenta en el número 3 había una casa de huéspedes que admitían clientes a pensión completa por 18 pesetas; una farmacia en la esquina de Conde Ofalia y una modista, llamada Francisca, ofrecía sus servicios de aguja y dedal justo enfrente del cine. Luego, Fermín Peralta Gómez abrió en el número 1 una agencia, llamada “La Cumbre”, que tramitaba viajes y pasaportes. Era un inmueble donde meses antes existió una academia.

A mediados de los cincuenta, aquel “Blanca Nieves Cinema” humilde y destartalado cerró sus puertas para siempre. Años después, la pala excavadora hizo de las suyas borrando todo vestigio de las risas con “El gordo y el flaco” y los tiros de las películas del Oeste. Moría así un cinema de cuento.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios