Desde Oriente, los Reyes Magos han comenzado a preparar los sacos de caramelos tan esperados por los más pequeños de la casa que lanzarán en la tradicional Cabalgata. Lanzarán a lo largo del recorrido por las calles centrales de la capital almeriense 13.000 kilos que endulzarán la boca también de los mayores con su textura de goma y sabores de frutas variadas. ¿Pero sabemos de qué están hechos?

La fórmula secreta la custodia el Ayuntamiento de la capital, quien es muy claro en sus instrucciones para la contratación, en cooperación con Melchor, Gaspar y Baltasar, del suministro de los caramelos. Para empezar, son requisitos ineludibles que sean blandos –caramelos gominolas– y nada de gluten, lo que permite su ingesta a personas celiacas y con intolerancias o alergias a esta proteína.

El área de Cultura va más allá porque especifica los ingredientes de esta ‘receta real’ de Sus Majestades: pulpa de fruta (al menos 4%), azúcar, jarabe de glucosa, agua y gelatina. Como gelificante, pectina, a la que se le suma ácido cítrico más los aromas y colorantes naturales permitidos de conformidad con lo establecido en el Real Decreto de 2001/1995, de 7 de diciembre, por el cual se aprueba la lista positiva de aditivos colorantes autorizados para su uso en la elaboración de productos alimenticios.

En cuanto a la personalización de los caramelos, por los que el Ayuntamiento pagará hasta un máximo de 74.360 euros, llevarán envoltorio a dos lazos, personalizado con diseño aportado por Cultura, a una sola tinta, consistente en la impresión del Escudo de Almería Ciudad. Respecto a las bolsas individuales que componen cada kilo, tendrán la leyenda: “¡¡Felices Fiestas!!”