Bochorno La temperatura del mar, la responsable de la sensación de calor

La alta temperatura que ha alcanzado el agua del mar en el litoral almeriense (y en la costa levantina en general) junto a la calma en la que se mantiene el viento, es la responsable de la sensación de calor que se vive en la provincia (especialmente en la capital) en las últimas semanas. Así lo explicó a Diario de Almería el delegado de Andalucía Oriental de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), quien además señaló que "esta circunstancia hace que las temperaturas mínimas sean muy altas porque la humedad se queda atrapada en el aire, y que los grados centígrados que se registran por las noches sean bastante elevados, aunque están dentro de la normalidad teniendo en cuenta los valores estadísticos de los últimos 30 años". Tanto es así que la temperatura media registrada durante los meses de verano (junio, julio y agosto) ha sido de 25,4 grados centígrados, frente a la media que se registró en los últimos 30 años (de 1981 a 2010) que fue de 25,5 grados.

La temperatura del agua del mar en las últimas dos semanas ha alcanzado los 27 grados centígrados, un registro prácticamente inusual cuya explicación está en el cambio climático, según señaló el delegado de la AEMET en Almería. "La sensación de calor no se corresponde con los valores, pues incluso en la mayor parte de Andalucía, incluida Almería, este verano ha sido levemente más frío de lo normal, excepto en Málaga y Granada que ha sido todo lo contrario", apuntaron desde la agencia.

El mes de agosto que acaba de concluir ha sido muy seco en Andalucía, con mayores índices de calidez en la zona oriental tal y como publicó ayer la Agencia Estatal de Meteorología, que incide en que precisamente en la provincia de Almería, respecto a la media histórica ha subido medio grado.

Pero el calor parece tener ya poco recorrido. Y es que según las previsiones meteorológicas, será a partir del fin de semana cuando se prevé un descenso paulatino de las temperaturas mínimas y máximas que se notará especialmente en la segunda semana de septiembre, aunque será "leve". En lo que resta de mes tampoco se atisban grandes cambios respecto a las probabilidades de precipitaciones ni en la capital ni en el resto de la provincia, lo que hace pensar en un inicio de la estación otoñal bastante crudo.

A la calidez del agua del mar y a la calma del viento también hay que sumar la escasez de precipitaciones que sufre desde hace muchos meses la provincia de Almería. La falta de lluvias contribuye decisivamente a que el clima en la sea cada vez más cálido y que el suelo cada vez conserve menos humedad. El balance hídrico refleja datos desoladores. La extrema sequía que ya amenazaba desde el pasado otoño (uno de los más secos de los últimos 20 años con un 10% menos de precipitaciones que los valores medios para esta época) ha hecho que los recursos hídricos y el campo estén ya padeciendo las consecuencias.