"Ayudaremos al pueblo iraquí a solventar un problema de seguridad que podría terminar afectándonos a todos, conscientes de la confianza que ha depositado el Ejército en La Legión para que, una vez más, seamos los primeros". Así lo expresó el coronel Julio Salom Herrera, jefe del contingente BPC-I 'Besmayah' de la Operación 'Apoyo Irak' con el que España participa en la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que ayer fue despedido por la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII' en una parada militar presidida por su general jefe, Juan Jesús Martín Cabrero.

En representación del personal formado con uniforme mimetizado y chambergo, el coronel Salom, jefe del Tercio Alejandro Farnesio, 4º de La Legión, desde el pasado 19 de diciembre, se refirió en su alocución a la familia y a la vocación militar como los dos vectores vitales de todo legionario, hizo balance de los intensos días de preparación y declaró que todos los miembros que forman parte del contingente "asumimos que nuestras condiciones de vida serán duras y austeras, que la incertidumbre será una constante y siempre tendremos claro que esa Bandera de España que llevamos en el hombro izquierdo nos impulsa, nos obliga a darlo todo por ella y por el nombre y prestigio de nuestro Ejército y nuestra Legión".

El inicio de las rotaciones está previsto para el 4 de febrero, en la que saldrán algo más de 120 personas, y la segunda rotación será el 15 de ese mismo mes. Acompañan a los legionarios en esta misión elementos vitales del Ejército del Aire, los equipos de control aerotáctico, soldados de la Fuerza Logística Operativa y de la Brigada de Transmisiones, así como componentes de distinta procedencia del Equipo de Apoyo al Mando. "Vamos a un campo de maniobras muy grande, separado de la ciudad de Bagdad, con una misión de entrenamiento en ciclos de seis a ocho semanas, en nuestro caso concretamente a dos brigadas", afirmó el coronel Salom en declaraciones a los medios de comunicación, quien igualmente indicó que la pretensión del contingente es que las unidades iraquíes noten que la experiencia y bagaje de La Legión en Afganistán "sirve para que se conviertan en unidades con mucha mayor capacidad de combate. Son buenos soldados, pero creo que también necesitan que les ayudemos a mejorar esa capacidad".

Respecto al riesgo que representa la Operación, Salom declaró que todo lo que está en ese entorno es un riesgo que tienen asumido. "Vamos con la guardia alta, tenemos que tener cuidado siempre porque el riesgo está donde está la persona, pero con esa voluntad estaremos muy atentos". Participaron en la formación y posterior desfile, al mando del coronel Salom, la Plana Mayor de Mando, escuadra de gastadores y dos compañías, una por Bandera, del Tercio 3º Don Juan de Austria; una Compañía/Batería perteneciente al Grupo de Artillería, Grupo Logístico y Bandera de Zapadores; así como el contingente BPC (incluida la Compañía 'On Call'). En total son cerca de 200 legionarios los que aporta la Brileg al centro de instrucción BPC (Build Partner Capability, Generación de Capacidades de Aliados) en Besmayah, junto a una unidad de protección integrada por 100 militares y los instructores del Mando de Operaciones Especiales.