La fusión de Cajamar y Ruralcaja mejora el margen de explotación en 67 millones
Esta cifra para 2012 y 2013 fue expuesta en la asamblea general extraordinaria de Cajamar, en la que se aprobó por unanimidad la unión de la rural almeriense y valenciana · El Consejo Rector de Cajas Rurales Unidas es respaldado
Cajamar celebraba ayer asamblea general extraordinaria para someter a votación el proyecto de fusión con la caja rural valenciana Ruralcaja, sus estatutos sociales (ambos aprobados por unanimidad) y el nuevo Consejo Rector (que contó con 5.412 votos a favor, 53 en contra, 25 nulos y 353 abstenciones, del total de 5.823 votos presentes y representados) que dirigirá la entidad resultante, Cajas Rurales Unidas Sociedad Cooperativa de Crédito, durante los próximos años. Por ello, este encuentro fue mucho más. En él destacaron las palabras de gratitud para quienes en el último periodo han impulsado el crecimiento de la entidad y de bienvenida a los que, una vez inscrita la fusión en los registros pertinentes y sea autorizada por las instituciones competentes en torno a finales de abril, se hagan cargo de la misma teniendo como máximo representante a Juan de la Cruz.
La unión de Ruralcaja y Cajamar se plantea en un escenario en que ambas han trabajado en los últimos años liderando la creación del Grupo Cooperativo Cajamar y del Grupo CRM (Cajas Rurales del Mediterráneo) cuya unión suma 22 entidades. La fusión fortalece aún más la posición de la entidad como líder del sector de rurales españolas. Con datos a 30 de septiembre de 2011, cuenta con 65.615 millones de euros de negocio gestionado, activos por importe de más de 38.000 millones, un coeficiente de solvencia del 12,3%, 6.360 empleados, 1.474 oficinas, 962.000 socios y 3,3 millones de clientes.
"2011 ha sido un año pródigo en noticias para Cajamar Caja Rural". El presidente de la rural almeriense, Antonio Pérez Lao, señalaba, además del acto de ayer, otras tres acciones positivas por la trascendencia que han tenido para todo el sector de las rurales: las adhesiones al Grupo Cooperativo de la Caja Rural Castellón y Caja Rural de Canarias (cuya adhesión se formalizó el lunes en notaría) y la fusión con Caja Campo.
La unión del Grupo Cooperativo Cajamar y del Grupo CRM representa ya el 45% del negocio total del sector de cajas rurales españolas, una de cada tres oficinas y uno de cada tres empleados, "y nuestra presencia se extiende a 41 provincias de 15 comunidades autónomas", apuntaba Pérez Lao, que insistía: "Lo ideal sería que todas las cajas rurales nos integrásemos en un proyecto común".
Sobre el nuevo Consejo Rector, el presidente de la entidad parafraseaba a Aristóteles: "Hay que ser remero antes de llevar el timón, haber estado en proa administrando los vientos antes de gobernar la nave", y añadía: "Aquí todos hemos sido remeros, como también en la nueva composición del Consejo Rector, manteniendo un adecuado equilibrio entre continuidad y renovación".
Juan de la Cruz Cárdenas, vicepresidente y consejero delegado de Cajamar, detalló las perspectivas para el presente y futuro ejercicio como consecuencia de las sinergias derivadas de la fusión, "esperamos una mejora del margen de explotación de 67 millones de euros, provenientes fundamentalmente de la mejora de productividad y rentabilidad, ahorro de tecnología u de gastos generales".
Mientras Almería acogía la asamblea de Cajamar, en Valencia se celebraba la de Ruralcaja. El presidente de esta entidad y futuro copresidente de Cajas Rurales Unidas, Eduardo Ferrer, manifestaba que la propuesta de fusión entre Ruralcaja y Cajamar no puede entenderse sin recordar que al configurar el Grupo CRM ya se advirtió que el modelo no estaría completo hasta tanto no se constituyera un SIP a nivel nacional. Y en este escenario, la unión de las dos cajas rurales más grandes es un paso decisivo para continuar el proceso de concentración del sector.
Por su parte, el director general de Ruralcaja y futuro consejero delegado, Juan Antonio Gisbert, exponía que con esta operación se permite la creación de una gran cooperativa de crédito, de alcance y dimensión nacional, que beneficia a los socios, clientes y trabajadores; una gran empresa con capacidad y solvencia suficientes para afrontar con éxito los retos y las oportunidades de un mercado en cambio permanente, así como las crecientes exigencias regulatorias para las empresas bancarias. "La entidad resultante no es un fin en sí misma. No nace con la vocación de ser un punto de llegada, sino de partida para alcanzar una entidad de mayor dimensión y más eficiente. La fusión permite construir un modelo abierto que se ofrece al resto de las cajas rurales españolas".
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