Cajamar aprueba sus cuentas de 2010 y busca ahondar en eficiencia

Apuesta por saber "jugar las cartas" y aprender "a navegar sin tener el viento a favor" · Los más de 200 delegados asistentes a la asamblea dieron el visto bueno por unanimidad a la fusión con CajaCampo

El edificio de Las Mariposas albergó a unos 200 delegados de Cajamar, que asistieron a la Asamblea.
Elio Sancho / Almería

10 de junio 2011 - 01:00

En el mejor escenario posible, el recién restaurado edificio de Las Mariposas, Cajamar celebró ayer su Asamblea General Ordinaria en la capital almeriense con un doble objetivo: someter a votación las cuentas correspondientes al ejercicio 2010, así como la fusión con CajaCampo, que ya fue aprobada por el Consejo Rector el pasado 18 de abril.

Con la vista puesta en nuevas integraciones, que a buen seguro irán 'cayendo' en el saco en los próximos meses, el presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, hilvanó un discurso centrado en el esfuerzo y el trabajo realizado para que, un año más, la rural almeriense, primera cooperativa de crédito de España, pueda sacar pecho con sus cifras, aunque más discretas, pero por encima de la media de bancos y, aún más, las cajas de ahorros.

Pérez Lao defendió las fusiones, que Cajamar "empezó hace una década", auspiciadas por el Banco de España, mientras que hasta hace poco "era algo mal visto y criticado". Así, afirmó que "cada vez tiene menos sentido hablar de una gran entidad financiera o de un gran grupo andaluz, valenciano, gallego o catalán", apostando por "grandes grupos financieros españoles, donde quiera que estén, comprometidas y enraizadas a sus territorios de origen" y en el que actúan, estableciendo una relación "de confianza con sus socios y clientes", con preferencia hacia el "mundo rural y el sector agroalimentario".

Apuntó que el beneficio neto en 2010 fue de 32,6 millones de euros, con un balance de más de 29.800 millones, un aumento de los depósitos del 6,9% y de los créditos del 3,4%. Y apostó por 'atarse los machos' de cara al futuro para continuar por la senda del crecimiento, perseverando con prudencia, "cuidando la eficiencia y ampliando nuestra expansión nacional".

Antonio Pérez Lao animó a todos a descubrirse a sí mismos a la hora de enfrentarse a un obstáculo. "Aprendamos a navegar sin tener el viento a favor", dijo en referencia a la situación de crisis. Para hacer frente a la misma, habló de "realizar un enorme esfuerzo de contención de gasto" porque "un agujero pequeño hunde un barco".

Además, hizo hincapié en el buen gobierno, la acción social, entendida no como mera filantropía, matizó, con un apoyo decidido por los sistemas productivos locales.

Como es su costumbre, recordó la importante labor del capital humano, por su implicación y compromiso, son más de 4.400 empleados (con los 269 de CajaCampo), con especial mención para la Fundación Cajamar y su labor de I+D+i para el campo.

También hubo tiempo, al principio, para recordar a José Millaruelo, el que fuera presidente de la Caja Rural del Duero, fallecido el pasado 24 de abril.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

La Almería de Moreno

Feliz Navidad