Camiones y palas contra el huerto solar en la escombrera
L Crisis entre empresarios y Ayuntamiento de Macael
El trabajo en las canteras se paró durante buena parte de la mañana
La sierra de los Filabres tuvo ayer un despertar muy distinto del habitual. Pasadas las ocho de la mañana el silencio reinaba en la carretera A-349 que une las localidades de Macael y Chercos. El trasiego diario de camiones y palas, que forma parte de la rutina de esta zona, apenas se percibía. Pero al sobrepasar la curva que desemboca en el vivero de plantas autóctonas, todo cambió. Decenas de palas cargadoras, dumpers y retros formaban una hilera nunca vista con anterioridad. A sus pies centenares de trabajadores intentaban colocar una gran pancarta que rezaba "Huerto solar sí, pero no aquí".
El frío de la mañana se dejaba notar en el rostro de los operarios de la sierra, que como cualquier otra jornada habían subido a las canteras a desarrollar su trabajo. Sin embargo ayer era diferente. Su esfuerzo no estaba concentrado en la extracción de piedra natural, a la que cada día consagran su jornal. Tenían otra idea en mente, mostrarle a todo el mundo que están dispuestos a parar la sierra, si es necesario, para impedir que se instale un huerto solar en la escombrera del Pozo. Sobre el terreno se divisaba más maquinaria pesada, que se iba incorporando poco a poco a una concentración, en la que el boca a boca fue su principal eje vertebrador. Los más antiguos del lugar aseguraban que nunca se había producido una escena similar. "Desde la época de los fenicios se está extrayendo mármol en Macael y jamás se ha tenido que paralizar la sierra", explicaban algunos en pequeños corrillos que se iban formando conforme se unía más gente a esta protesta. Veinticinco son las empresas que vierten sus desechos en dicha escombrera, pero ayer todas las industrias de la piedra quisieron solidarizarse con ellas. No faltaba nadie, ni trabajadores, ni empresarios. Una unión poco común en el resto de sectores, pero que en el del mármol es un realidad palpable.
La maquinaria pesada no paraba de llegar, en un desfile en el que nadie estaba invitado, pero todo el mundo acudió. Ciento cuarenta vehículos especiales y cincuenta camiones coronaban la escombrera de El Pozo.
"Nos quieren parar la sierra. El vertedero está al lado del futuro huerto y cuando basculemos y todo se llene de polvo nos la van a cerrar". "Es un disparate la instalación de este centro de energía solar aquí. Es como poner un cementerio en plena Puerta de Purchena". Eran algunas de las múltiples frases que se podían escuchar de gargantas sobrecogidas y preocupadas por el futuro de un sector que da de comer a sus familias.
Los cerca de 600 trabajadores directos que tiene la sierra insistían en que este había sido sólo el comienzo de una batalla que pretenden librar hasta la extenuación. José Fernández, presidente de SUIMASA, explicó que el vertedero de El Pozo es el más importante que tiene la sierra en estos momentos. Además insistió en la idea de realizar distintas movilizaciones para impedir la instalación de la superficie solar. "Si tenemos que estar todo el año concentrándonos lo haremos, tanto a nivel provincial como regional, y si es necesario también nacional".
Mientras el sol se hacía cada vez más insistente, apartando el frío matinal, los canteros de la zona del Río, Polonia, El Pozo, Puntilla, Barranco, y Rambla Orica iban llegando de manera sucesiva. Habían conseguido paralizar la sierra por completo y ellos mismos se sorprendían de la acogida que todo el sector les estaba mostrando.
Domingo García, director de Mármoles Luimasa, explicaba que "el lugar destinado para instalar el huerto solar debería de haberse dedicado a industria de segunda transformación, algo que es muy necesario en la sierra y que crearía bastantes puestos de trabajo. No como esta iniciativa que a lo sumo generará cuatro".
Juan García, director de Jugasol, fue otro de los asistentes, quién explicó que en su lucha cuentan con el apoyo de la Federación Nacional de la Piedra. En los próximos días se reunirán con miembros de su directiva en Macael para ver las acciones que emprenden tras la autorización del consistorio macaelense de instalar la industria solar en la escombrera de El Pozo.
La Asociación de empresarios del mármol está estudiando la posibilidad de convertir la manifestación que han planteado para el 26 de mayo en una huelga general del sector, que incluiría a su vez a la industria de transformación. Una medida que toman "muy a pesar", según fuentes de la directiva, ya que creen "que con diálogo y entendimiento con el consistorio macaelense todo esto se podría haber evitado". No obstante dejan claro que ellos están abiertos a cualquier tipo de conversación, por el bien de la sierra y de los 5.600 empleos directos que genera en la comarca.
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