Capotes y olés en la exhibición de la Escuela Taurina en La Salle

Olé tras olé. Los alumnos de la Escuela Municipal Taurina se encontraron ayer en una plaza complicada, a la hora de conseguir la atención del público, pero arrancó los aplausos entusiastas de los estudiantes de 2º de la ESO del Colegio La Salle. Este centro ha sido el primero que ha acogido la clase teórica-práctica sobre el mundo de la tauromaquia que los profesores han relacionado con figuras de la literatura como Federico García Lorca y Miguel Hernández.

No faltó a la cita el director de la Escuela Taurina, Ruiz Manuel, que se encontraba encantado con la iniciativa: "Es la primera vez que hacemos esta actividad. Les introducimos en conceptos básicos del toreo, y les indicamos qué hacemos en la escuela. Esta idea consiste en abrir una ventana para que conozcan el toreo de cerca. Además de los datos teóricos, hemos traído los trastos para hacer una demostración".

El director aseguró que una de las intenciones es que se conozca "la fiesta taurina, que es una tradición fundamental para España. También queremos que la gente no piense que nos gusta maltratar a los animales".

Aproximadamente, 90 niños de 2º de la ESO acudieron al gimnasio del colegio para escuchar atentamente la charla de Ruiz Manuel: "Cualquiera se puede iniciar a la hora de aprender a torear, los 12-13 años es una edad buena para iniciarse".

Sobre las salidas profesionales, el torero y director lo tiene claro: "También se pueden formar en un oficio, hay distintos tipos de trabajo como matador de toros, banderillero, ganadero... pero lo más importante es que los aficionados tengan una buena cultura sobre la tauromaquia. Me preocupa que hay países que se interesan y conocen mejor la fiesta que nosotros como Francia y Colombia".

Los profesores Anabel Márquez y José Manuel fueron los encargados de presentar el acto y en recordar a escritores que habían hecho referencia a la tauromaquia. Ruiz Manuel se remontó a los orígenes de los toros como disciplina y aseguró que, aunque en su época era más difícil salir adelante, actualmente "ya no es una epopeya, y hay muchas más facilidades, como la Escuela Taurina".

Después de la charla del director, se dejó un turno de preguntas para las inquietudes de los jóvenes. Algunas de las dudas eran: ¿Qué se hace con el toro después de la corrida? ¿Por qué el capote se queda de pie? ¿Por que tiene el fondo de color amarillo?

Después de las pregunta, tocó el turno del toreo de salón. Los alumnos de la Escuela Taurina equipados con tres capotes, dos muletas, un carro de embestir y unos pitones realizaron diferentes pases como la Manoletina, ante los aplausos entusiastas de los jóvenes.

Después le tocó el turno a los alumnos de La Salle que, los que quisieron, cogieron el capote y lo utilizaron a su modo. Una niña fue la única del sector femenino que se atrevió a dar unos pases, fue una de las que más en serio se tomó los consejos del director de la Escuela Taurina.