Almería

Cargaditos de juguetes para todos los niños

  • Los Reyes Magos pasearon por las calles de la capital · Fueron recibidos en la plaza de la Catedral por el obispo

Mira desde lo alto del acero al tendido. Una plaza de la Catedral llena de niños. Luego intenta seguir el sonido. Le llaman. Está cerca. Un poco más y el rey Melchor tendrá en sus manos el pergamino. Con las palabras clave. El águila Harry está descentrada. Demasiada responsabilidad, igual. Pero mira de nuevo para arriba y le ve. Larga barba blanca. Corona en la cabeza. Vuela. Vuela alto. Llega a su destino. Aplausos. Igual es que no gritaron lo suficiente. Es el momento de la recepción por parte del obispo de Almer.ía, Adolfo González, que da la bienvenida a Sus Majestades a la casa de la Iglesia.

"Sé que todos los años tenéis intención, en estas fechas, de adorar al Niño Jesús". Es real. Antes, alguien leyó un pasaje del Evangelio. Los niños volvieron a aplaudir. La noche de ayer fue sólo para ellos. Algo así quiso decirles también el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. Almería es mágica. Es de los Magos. "Hace más de 2.000 años que venís", exclama. "Quiero llamar a la solidaridad, porque hay muchos niños que no podrán tener demasiados regalos, estamos en años de crisis". Todo es magia.

Antes, en la nebulosa del recuerdo, los aledaños del Conjunto Monumental de La Alcazaba. La sonrisa de Pedro José Otero, de veinte meses, que aún no habla bien, pero sabe comunicarse con los ojos. Señala a las antochas y le brillan las pupilas. Detrás, Melchor, Gaspar y Baltasar ya aparecen a camello. Paso cadencioso, el de los reyes del desierto. Brazos en alto, señalando a un cielo que se ha despejado con la caída de la tarde. La comitiva avanza. Un grupo de adolescentes saluda, los Reyes pasan delante. Una de ellas está algo nerviosa. Sabe que Baltasar, su favorito, lleva en el saco la cámara de fotos compacta que le ha pedido. Porque ha sido buena aunque a veces, reconoce, las notas y sus padres no le dan la razón.

Una vez que han abandonado la plaza de la Catedral, un autocar les traslada hasta el Anfiteatro de La Rambla. Allí tienen a disposición, luces y colores, las enormes carrozas reales, acompañados de los personajes del momento. Desde primera hora de la tarde, los márgenes del Paseo de Almería estaban llenos de gente. Una vez pasada la avenida Federico García Lorca, llegan hasta la Rambla Obispo Orberá, deteniendo su marcha en la Puerta de Purchena, Paseo, plaza Emilio Pérez, avenida Federico García Lorca y para terminar, de nuevo los Reyes Magos llegaron al Anfiteatro. Los asistentes ovacionan cada uno de los movimientos.

Manos al bolsillo, 9.000 kilos de caramelos, 1.000 más que en 2010, llueven sobre las manos abiertas al paso de las 15 carrozas. Estrenan tronos y además, van acompañados por personajes infantiles, aves rapaces, perros, elefantes y camellos. Tres bandas de música: la Municipal, la de Instinción y San Indalecio de La Cañada. Cuatro espectáculos, con las compañías Plasticiens Volants La Perla de Francia, Teimpo Cultural Damas 4 estaciones de Murcia, Arcadia Libre de Almería y Cie Off Torrente Poético Urbano de Francia. Ahora sólo queda esperar a sus Majestades, con la convicción de haber sido buenos.

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