Carmen del Castillo analiza las causas de la falta de deseo sexual
En su libro 'Lo siento cariño, pero hoy también me duele la cabeza', la abogada almeriense expone la relación entre religiones, desigualdades en la pareja, y sexo
Convencida de que el poder de la mujer en el campo sexual llevó al hombre a manipular los escritos sagrados para tener la potestad de dominar a la mujer, la abogada almeriense Carmen del Castillo Alarcón ha querido compartir su experiencia y conocimiento sobre el ser humano en un libro titulado Lo siento cariño, pero hoy también me duele la cabeza. Si el hombre desenmascara los conceptos religiosos falsos, afirma la escritora, podrá librarse de su rol de macho dominante, y la mujer de traumas relacionados con su autoestima.
Es necesario pensar en hacer todo lo posible "para que nos duela menos la cabeza", comenzando por que la pareja comparta sus obligaciones de forma igualitaria, en las tareas del hogar, y en la educación y el cuidado de los hijos. "Todos tenemos derecho a una vida feliz, y si hay política, religión o tradición que lo impida, tenemos que hacer todo lo posible para borrarlo de nuestra vida".
Para Carmen del Castillo, aún sigue siendo un problema para muchas mujeres las desigualdades en la pareja, lo que lleva a ese dolor de cabeza como excusa para no hacer el amor. "Da mucho coraje que si la casa y los hijos son de los dos, las tareas queden relegadas a la mujer en la mayoría de casos. Si no nos sentimos bien tratadas, no hay deseo, y sin deseo no hay sexo. La falta de deseo sexual obedece en muchos casos a creencias y prejuicios de la educación recibida; y también a las actitudes machistas".
El contacto con la piel, las caricias y besos, la pasión, el deseo y el placer de las relaciones sexuales contribuyen en gran medida a la plenitud del ser humano. "El amor es fundamental en nuestra vida, y el sexo es la mejor manera de expresarlo entre dos personas que se aman".
En su primera obra literaria, Del Castillo pone de manifiesto la discriminación que las mujeres han sufrido por las distintas religiones, no sólo la cristiana. "Frente a los libros sagrados como la Biblia, el Corán o la Torá, las religiones hacen su interpretación y han hecho y siguen haciendo daño al tratar a las mujeres de manera discriminatoria. Por supuesto, que hay muchas mujeres que se encuentran totalmente liberadas de todo resquicio de discriminación, pero para otras muchas, la religión, una religión que nos ha sido transmitida por hombres, ha marcado pensamientos, sentimientos y actitudes".
Si logramos pensar que no hay diferencias entre el hombre y la mujer, nos sentiremos iguales, y esa igualdad también se verá reflejada en el sexo, concluye Del Castillo.
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