La Casa Consistorial, desnuda para la obra

La Casa Consistorial se ha desvestido de la lona serigrafiada que cubría la fachada principal para dejar paso a la instalación de andamiajes y con ella al grueso de operarios contratados para ejecutar las obras de rehabilitación correspondientes a la primera tanda de trabajos de la segunda fase. El esperado proyecto ha dado comienzo.

La retirada de la lona ha significado el momento simbólico de reinicio de la rehabilitación de la Casa Consistorial y Plaza Vieja, que quedó suspendida al término de la primera fase, en diciembre de 2010, por falta de financiación y acuerdo político entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería. La parte más antigua del edificio consistorial ha permanecido, no obstante, cerrada a cal y canto desde hace diez largos años y ocho meses, por lo que este regreso de los obreros pondrá freno al deterioro del significativo inmueble, el cual tuvo que ser desalojado en 2005 por motivos de seguridad al producirse desprendimientos de consideración.

La empresa adjudicataria, Obrascon Huarte Lain (OHL), se adentra ahora, tras las labores previas de desinfectación y desratización abordadas a lo largo de la primera semana del pasado mes de septiembre, en la parte más antigua y en el frente de fachadas principal.

Los trabajos, cofinanciados entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, suponen un inversión superior a los tres millones de euros, solo para esta tanda del proyecto que el arquitecto sevillano José Ramón Sierra Delgado tuvo que readaptar para dividir en tres fases toda la actuación pendiente desde 2010 y hacer así más asequible la financiación en época de crisis. De hecho, es el Ayuntamiento el que le adelanta a la Administración andaluza su aportación, habiendo recibido por otro lado la responsabilidad de licitar las obras.

Son once meses la duración desde esta primera subfase, considerada prioritaria dado el estado de deterioro en el que se encuentra el edificio. Estará centrada en la rehabilitación de la estructura y del conjunto de fachadas. Se intentará salvar lo que todavía permanece en pie de la edificación más antigua y noble, habiéndose elaborado a lo largo de este pasado mes un inventario de elementos a conservar. Entre ellos, la escalera principal y la escalera doble, que serán desmontadas y vueltas a instalar una vez recuperadas, barandillas de forja, suelos hidráulicos o revestimientos de madera.

Lo más complicado de esta nueva etapa de obras es la rehabilitación estructural a la que le seguirá la rehabilitación de las fachadas, dejando para entregas de proyectos posteriores las instalaciones y acabados para la puesta de nuevo en uso del viejo Ayuntamiento con el demorado retorno de los funcionarios y Alcaldía (subfase dos ), y finalmente las obras de reurbanización de la Plaza Vieja (subfase tres). El alcalde solicitará en Sevilla la unificación de estas dos últimas subfases al objeto de propiciar que la totalidad de las obras finalicen en esta legislatura.