La historia más negra de almeria

Caso Almería: el perdón llega 41 años después de los asesinatos

  • El Gobierno entrega diplomas de reparación a los familiares de las tres víctimas 

El Gobierno entrega diplomas de reparación a los familiares de las víctimas del 'Caso Almería'

En mayo de 1981, tres jóvenes fueron torturados y asesinados por agentes de la Guardia Civil. Desde entonces, ningún Gobierno ha entonado el 'mea culpa' y ha mostrado interés alguno por pedir disculpas. Reparar el dolor es misión imposible, pero se podían haber dado otros pasos. 

Entre las víctimas se encontraba Juan Mañas Morales, de 24, originario de Pechina; Luis Cobo Mier, de 29 años y natural de Cantabria; y Luis Montero García, de 33 años y natural de La Fuente de San Esteban, Salamanca.

Las familias no han cejado en su empeño y desde el primer minuto pidieron que a sus hijos se les tratara como víctimas del terrorismo. También querían perdón. Y ha sido casi 42 años más tarde cuando se ha trasladado una una disculpa oficial. 

El Gobierno ha pedido disculpas, hoy, de forma simbólica a las víctimas del 'Caso Almería'. En la Subdelegación del Gobierno de Almería ha entregado diplomas de reparación a los familiares de los tres jóvenes cuyos cuerpos fueron hallados calcinados dentro del vehículo en el que viajaban en 1981, tras ser detenidos por la Guardia Civil después de ser confundidos con miembros de un comando de la banda terrorista ETA tras el asesinato del Coronel Valenzuela, el 10 de mayo de 1981.

Familiares de las tres víctimas junto a las autoridades Familiares de las tres víctimas junto a las autoridades

Familiares de las tres víctimas junto a las autoridades / Rafael Espino (Almería)

"El dolor no prescribe. La vida les fue arrebatada a manos de quienes tienen como obligación nuestra custodia y garantizar nuestros derechos", explica Francisco Javier Mañas, hermano de pequeño de Juan Mañas, el que iba a hacer la comunión a la que se dirigían las víctimas.

"El Caso Almería fue tratado como un trágico error. Siempre se dijo que fueron confundidos como miembros de ETA. Pero ni fue error ni fueron confundidos. Error no fue porque sabían lo que estaban haciendo y tampoco confundidos tampoco porque ya les habían identificado antes de su detención", sentencia el hermano. Apostillando que si hubiesen sido culpables de algún delito, "bajo ningún concepto queda justificada la decisión de terminar con la vida de ninguna persona".

Francisco Javier quiso dedicar el perdón del Gobierno a quien más han sufrido esta pérdida. Las madres. Los padres. En especial a la suya. María Morales, quien ya tiene 86 años y sigue sufriendo la pérdida de su hijo como el primer día. "Hoy se encuentra en esta sala una de las personas que más puede sufrir con la pérdida de un ser querido. La única madre del caso Almería que aún vive. Es mi madre y madre de Juan Mañas. Son cuatro décadas las que lleva esperando aunque solo sean unas palabras de disculpas y hoy es ese día".

En el centro, la madre de Juan Mañas. En el centro, la madre de Juan Mañas.

En el centro, la madre de Juan Mañas. / Rafael Espino (Almería)

Francisco Javier Mañas explica que durante estas cuatro décadas, "tres familias han sobrevivido en ese dolor, incomprensión, falta de aliento y de apoyo sin que nadie nunca nos haya dado una explicación o un lo siento". Hasta ahora.

Las disculpas del Gobierno

El almeriense Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria Democrática, ha sido uno de los principales impulsor de este reconocimiento. "Este un acto de humanidad. En él se trata de reconocer de reparar lo que todavía no se había reparado", manifestó.

"Este es un acto que llega muy tarde. Es imposible que repare todas las injusticias cometidas, pero como secretario de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España, quiero garantizaros que ni vosotros ni vuestros familiares volveréis a estar solos", aseguró Martínez.

Familiar de Luis Montero García junto al diploma de reparación. Familiar de Luis Montero García junto al diploma de reparación.

Familiar de Luis Montero García junto al diploma de reparación. / Rafael Espino (Almería)

Fernando Martínez echó la vista atrás y recuerda el 'Caso Almería' como una tragedia que desembocó en "oscuras operaciones de encubrimiento, un juicio a todas las luces insuficiente y una evidente una evidente falta de apoyo institucional a los familiares de las víctimas". 

El perdón de la Guardia Civil

La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, también estuvo presente en el acto. "Soy directora general de una institución, la de la Guardia Civil, que tiene el mandato constitucional de garantizar los derechos y la libertad de la ciudadanía. No cabe otra cosa y no caben dudas sobre el servicio público que deben prestar unos hombres y mujeres comprometidos con su trabajo y, sobre todo, comprometidos con su gente con la gente a la que sirve", manifiesta.

Maria del Carmen Mañas, hermana de Juan, recogió el diploma para la familia de Luis Cobo. Maria del Carmen Mañas, hermana de Juan, recogió el diploma para la familia de Luis Cobo.

Maria del Carmen Mañas, hermana de Juan, recogió el diploma para la familia de Luis Cobo. / Rafael Espino (Almeria)

De la misma forma, suscribe que aquellos terribles hechos ocurridos en mayo de 1981 en Almería "no deberían haberse producido jamás. Los actos perpetrados entonces por algunos miembros del cuerpo no se identifican con la entrega de la Guardia Civil. Solo podemos mostrar horror y vergüenza a este despropósito que acabó con la vida de estos tres jóvenes".

Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, sentencia que "este acto prestigia el recuerdo de las víctimas y salva la deuda que nuestro país tenía con ellos y con sus familias. Familias que han tenido que luchar contra el sufrimiento causado por el estigma que durante años les persiguió por unos hechos de los que nunca fueron culpables. Merecían este acto de recuerdo de reparación del Gobierno de España".

Francisco Mañas recoge el diploma de reparación por el asesinato de su hermano. Francisco Mañas recoge el diploma de reparación por el asesinato de su hermano.

Francisco Mañas recoge el diploma de reparación por el asesinato de su hermano. / Rafael Espino (Almería)

La historia real de los asesinatos

El 7 de mayo de 1981 tres amigos y compañeros de trabajo emprendieron un viaje desde Cantabria para ir a la comunión del hermano de uno de ellos, el almeriense Juan Mañas, en Pechina. El viaje comenzó el mismo día en el que en Madrid se producía un atentado de ETA y moría el Coronel Valenzuela. 

Se trataba de Luis Montero García, de 33 años, natural de Fuentes de San Esteban (Salamanca) y empleado de FYESA en Boo de Guarnizo, Luis Cobo Mier, de 29 años, natural de Santander y empleado de ACERIASA en Nueva Montaña, y Juan Mañas Morales, de 24 años, natural de Pechina (Almería) y empleado de FEVE en Santander.

Tras sufrir una avería, alquilaron un coche con el que llegaron a Pechina. Sin embargo, un hombre que había coincidido con ellos en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), los reconoció como los supuestos autores del atentado -inicialmente identificados como José María Bereciartúa, José León Mazusta y Goyenechea Fradúa-, comunicándolo al instituto armado.

Esa misma noche fueron detenidos en Roquetas de Mar (Almería) y comenzaron las indagaciones para identificarlos. Las familias siempre han defendido que las diligencias mostraban que no podían ser los etarras, pero el 10 de mayo fueron encontrados sus restos en un barranco.

Los agentes, tras percatarse de su error, mataron a tiros y calcinaron los cuerpos en un Ford Fiesta (en el kilómetro 8.400 de la carretera de Gérgal) para eliminar pruebas y cambiar la versión de los hechos. La Benemérita dijo que iban armados e indocumentados mientras se les transportaba a Madrid e intentaron huir. Pero quien conoce el caso sabe que eso no sucedió. Defienden que ya estaban muertos y que habían sido tiroteados en el antiguo cuartel de Casas Fuertes. A los tres acusados se les sentenció de homicidas y no por asesinato.

Un monolito para recordarlos

Un monolito se levanta en en el kilómetro 8.400 de la carretera de Gérgal. Se colocó para recordar a las tres víctimas del Caso Almería. 

En el monolito se puede leer: “En este lugar aparecieron calcinados los cuerpos de Juan Mañas Morales de 24 años de edad, Luis Cobo Mier de 29 años de edad y Luis Montero García de 33 años de edad en extrañas circunstancias. Vuestros padres, hermanos, familiares y amigos no os olvidarán jamás”.

Cada año, el 9 de mayo, familiares, amigos y almerienses que sienten el dolor que provocó este suceso se reúnen en torno al monolito para mostrar su dolor y cariño a las víctimas. 

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